El investigador estadounidense Jack Britt formó parte del 31.° World Buiatrics Congress, edición celebrada en la capital española, como uno de los conferenciantes de la presentación VIP “Omnívoros, desmontando mitos”. Britt, quien actualmente está al frente de un equipo internacional de investigadores que analiza el futuro de la producción láctea, nos expone en esta entrevista publicada en Vaca Pinta 35 su visión sobre las alteraciones que acarreará el cambio climático en el futuro del sector agroganadero.
¿Cuáles fueron los puntos centrales de su presentación en el WBC?
Me centré en la ganadería lechera de dentro de 50 años. Lo primero que debemos entender es que vamos a tener casi dos mil millones más de personas para alimentar en el futuro y los productos lácteos, y en general las producciones ganaderas, pueden proporcionar nutrientes esenciales y aminoácidos (los cuales necesitan nuestros cuerpos) de manera más eficiente que los alimentos vegetales. Creo que es muy importante tener una dieta equilibrada y los lácteos, la carne de vacuno y otros productos animales forman parte de ella.
¿Qué predicción hace de lo que podemos esperar de nuestro planeta en medio siglo?
Eso es algo que dependerá de las decisiones que tomemos en los próximos 50 años. En este sector tenemos el conocimiento y la capacidad para mejorar el mundo. Ahora disponemos de una tecnología increíble en agricultura, producimos alimentos de la mejor calidad; los más seguros que ha habido nunca. No obstante, hay una gran diferencia entre los países más eficientes y otras regiones del mundo que no lo son tanto. Entonces, ¿cuál es nuestro desafío? Ayudar a aquellos que necesitan mejorar y adaptar sus tecnologías para que sean las apropiadas para su zona, para sus condiciones, para sus terrenos, etc. En definitiva, mejorar la productividad de su agricultura.
La desigualdad entre países en lo que al acceso a productos de primera necesidad se refiere es cada vez más marcada. ¿Cómo puede paliarse este problema?
En los países desarrollados de Europa, así como en otras zonas como Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, se están produciendo más alimentos de los que sus poblaciones necesitan, por lo que parte de esa producción se está exportando a terceros países, pero es necesario asegurarse de que esas exportaciones son asequibles, de que la gente de esos territorios se puede permitir pagar por ellas.
Es posible que tengamos que cambiar los tipos de alimentos que producimos, que haya que hacerlos más asequibles para personas de otros países o que haya que procesarlos de manera que puedan enviarse por barco o por avión. Al mismo tiempo, tenemos que ayudarles a adoptar mejores tecnologías. En las últimas décadas, hemos visto en Europa y en todos estos países desarrollados un aumento significativo de la productividad porque estamos adoptando mejores prácticas y nuestros animales están más sanos; solo adoptando las prácticas adecuadas se podrá llegar a alimentar a toda la población.
¿De qué forma afectará el cambio climático en el futuro a las zonas del planeta que hoy en día son más frías?
El cambio climático es uno de los temas más interesantes para mí y para el equipo del que formo parte; pasamos mucho tiempo hablando sobre él. Lo primero que veremos, en términos de agricultura, será que parte de las tierras hábiles de cultivo se moverán al norte del planeta. Se podrá cultivar en las zonas más septentrionales del hemisferio norte, donde hoy no es posible, en tanto que en las áreas ecuatoriales se perderá algo de tierra útil. Así pues, creo que será cuestión de una transición y que podremos alimentar a la gente con parte de la tierra que tenemos hoy, junto con la que habrá disponible en un futuro.
¿Cómo afectará esto a nuestro país? En España estamos empezando a tener problemas con el cambio climático...
Un factor al que debe prestarse especial atención es al hecho de que las granjas tendrán que desplazarse, moverse de áreas calurosas a otras más frías. Además, habrá que mejorar en la producción de cultivos para que sean más resistentes a la sequía, que no necesiten mucha agua. También podemos ser más eficaces con los sistemas de riego. Algunos países, como Israel, ya están haciendo un gran trabajo con la gestión del riego y están usando el agua de manera eficiente para múltiples propósitos. Por lo tanto, será necesario adaptar algunas de esas prácticas en las áreas más secas, para que, en el futuro, los agricultores y ganaderos puedan continuar su labor de manera rentable.
Hoy en día se habla mucho de la automatización como clave para hacer el trabajo en las granjas más fácil y productivo. ¿Es algo esencial para garantizar el futuro de este sector?
Así es. En este sentido, otro de los temas en los que nos enfocamos es en el hecho de que los agricultores más pequeños necesitan colaborar más, compartir equipos, instalaciones, tecnología, etc., en lugar de actuar siempre de manera independiente. En muchos casos, podría ser interesante que grupos de pequeñas ganaderías se planteasen operar juntas para determinadas acciones, como una gran granja.
Entonces, ¿es partidario de las estructuras cooperativas?
Estructuralmente podemos hablar de una cooperativa, pero también podría tratarse de acuerdos informales puntuales que les permitan compartir equipos que no se usan muy a menudo. Hay granjas trabajando de esta forma en muchas partes del mundo, pero en otras zonas no es habitual. Uno de los problemas que observamos en nuestro grupo, si nos fijamos en los países menos desarrollados, es que producen aproximadamente siete veces más la cantidad de gases de efecto invernadero por unidad de alimento que los países desarrollados. Siete veces más por vaso de leche, por ejemplo. Entonces, este es un factor clave para hacer frente al cambio climático. Tenemos que ayudarles a mejorar su productividad.
¿Diría que el sector está actuando de manera responsable con respecto a su papel ante el cambio climático?
Sí, pero hay que tener en cuenta que hay muchos factores que afectan al cambio climático. Una de las cosas que llevamos años haciendo científicos agrícolas de todo el mundo es desarrollar cultivos que sean más resistentes al calor y más tolerantes en suelos secos. Ahora estamos haciendo esto en ganadería. Hay rebaños de animales que tienen un tipo de pelo que les permite desempeñarse y vivir bien en climas agrestes y poder producir igualmente leche, carne u otros productos. En resumen, se están produciendo avances que van a beneficiar a toda la población, a pesar de que el clima del planeta vaya cambiando.
Teniendo todo lo anterior en cuenta, ¿cuáles diría que serán las principales preocupaciones de los trabajadores del sector en 50 años?
En general, una de las cosas que se deberá tener en cuenta y que ya se sabe es que vamos a alcanzar el récord de personas a finales de este siglo, luego empezará a descender con bastante rapidez, por lo que dentro de 120 años podríamos tener menos personas de las que existen hoy en día. Es algo cambiante.
Así mismo, en concreto creo que este sector deberá afrontar dos grandes temas. Uno de ellos será si podrán seguir adelante con sus negocios usando las tecnologías y las prácticas que estamos implementando hoy en día. La respuesta es que muchos no podrán continuar, porque no serán competitivos ni rentables. La segunda gran preocupación será lo que comemos. En los países desarrollados tendemos a comer en exceso algunos alimentos, por lo que es posible que necesitemos equilibrar las dietas, ajustarlas un poco. Eso será beneficioso para todos nosotros.
