CON LUPA | Conocemos la postura de Cantabria ante la nueva PAC

Guillermo Blanco: "No se pueden mantener los niveles de desigualdad entre beneficiarios, con el 80 % de los fondos en el 20 % de las explotaciones"

Iniciado ya en enero el período transitorio entre la Política Agraria Común actual y la futura PAC 2021-2027, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación negocia con los gobiernos de las comunidades autónomas las líneas que regirán su aplicación a partir de 2023. Conocer la postura de cada autonomía en todo este proceso es el objetivo de la serie de entrevistas que hemos publicado en el número 22 de la revista Vaca Pinta a los consejeros del ámbito en seis regiones de España, entre las cuales suman el 80 % de la producción láctea del país: Galicia, Castilla y León, Cataluña, Asturias, Cantabria y País Vasco.

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Esta ha sido la entrevista a Guillermo Blanco, consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria.

¿Cuáles son los pasos más inmediatos que cuentan dar en este período transitorio hacia la nueva PAC?

Yo no lo llamaría transición. A efectos prácticos los reglamentos comunitarios han prorrogado la PAC 2014-2020 dos años más con fondos del nuevo marco financiero plurianual. En estos momentos, uno de los pasos más importantes que debemos dar es el de la modificación de nuestro PDR para adecuarlo, tanto financieramente como en cuestión de cumplimiento de hitos, indicadores y marco de rendimiento, a esa prórroga de dos años. Al tiempo, seguimos trabajando en colaboración con el Ministerio y con el resto de las comunidades autónomas para lograr que el Plan Estratégico de España para la futura PAC atienda las necesidades de Cantabria y recoja las peculiaridades de nuestros sistemas productivos, principalmente ganaderos, basados en explotaciones familiares y ubicados en zonas con limitaciones naturales. En ese sentido, hemos adoptado una posición conjunta con el resto de las autonomías de la cornisa cantábrica.

 

Este año el Ministerio y las CC. AA. deberán asentar las bases del Plan Estratégico de la PAC en el que todas las administraciones valoren los intereses de cada territorio y se pueda llegar a un gran acuerdo. ¿Cuáles serán los pilares que defenderá para el sector lácteo cántabro?

Los pilares que defendemos son los de los sistemas tradicionales, de explotaciones familiares, que son las que asientan la población en el territorio. Defendemos el agricultor genuino, entendiendo como tal, el que vive de la agricultura o ganadería. En consideración al pequeño tamaño de nuestras explotaciones y su base familiar, defendemos límites máximos a las ayudas de mayor progresividad. No puede ser que se sigan manteniendo los mismos niveles de desigualdad entre beneficiarios, con el 80 % de los fondos acabando en el 20 % de las explotaciones. La desigualdad, identificada como uno de los grandes problemas de nuestro tiempo, también afecta al medio rural, y la PAC, como instrumento de estabilización de las rentas agrarias, debe contribuir a paliarlo. Proponemos que el pago redistributivo repercuta a las explotaciones familiares más pequeñas que ayudan a fijar población en el territorio, pero siempre que se trate de agricultores profesionales y que la distribución de ese pago no se acote al territorio que libere esos fondos, sino que repercuta en todo el sistema. Por supuesto defendemos que se sostengan los pagos asociados y que se mantengan, al menos, en los niveles de la actual PAC, los pagos asociados a la ganadería, por supuesto los asociados a la vaca de leche.

 

Se habla de una PAC más “verde”, de ecoesquemas… ¿En qué consistirá esta nueva línea de financiación?

El Ministerio nos ha propuesto una carta de líneas de ayuda de ecoesquemas con la que se trata de llegar a todos los productores, es decir, que todos tengan acceso al menos a un ecoesquema. Se trata de pagos dirigidos a prácticas beneficiosas con el medio ambiente que vayan más allá de las exigencias reglamentarias. Entre esa carta, la que quizás se podría adaptar mejor a los sistemas ganaderos sea la del apoyo a ganadería extensiva. Sin embargo, nosotros, al igual que el resto de las comunidades de la cornisa, encontramos desproporcionada la oferta dirigida a los agricultores frente a la dirigida a los ganaderos y, especialmente, echamos en falta un ecoesquema al que pudiesen acceder la mayoría de las explotaciones de leche de la cornisa cantábrica.


“Echamos en falta un ecoesquema al que pudiesen acceder la mayoría de las explotaciones de leche de la cornisa cantábrica”

Caminar hacia sistemas más sostenibles de producción requiere tener disponibilidad de base territorial, temas que preocupan al ganadero para cumplir con las exigencias de la PAC. ¿Qué políticas están llevando a cabo en Cantabria para dar solución a esta problemática?

En Cantabria los pastos comunales suponen un importante porcentaje de superficie dedicada a la actividad agraria y el mantenimiento de esos pastos es un objetivo fundamental para mi Consejería, que tratamos de alcanzar bien a través de medidas de nuestro programa de desarrollo rural bien con actuaciones dirigidas desde la Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, como la de la aplicación de quemas prescritas.

 

También está por precisar la definición de agricultor genuino. ¿Ayudará esta figura a fomentar que la superficie agraria se dedique realmente a la producción de alimentos y que esta actividad genere empleos y fije población en el rural?

Estamos convencidos de la preferencia que la nueva PAC debe otorgar al sector profesional, por su dependencia y mayor exposición a los riesgos (volatilidad de los mercados, riesgos climáticos, etc.). En Cantabria, entendemos que facilitar el relevo generacional, en un contexto de reducción general del presupuesto de la PAC, debe conducir a centrar las ayudas del primer pilar en un agricultor genuino entendido solo como agricultor profesional. Nos parece correcta la definición de esa figura en base a un porcentaje mínimo de ingresos agrarios sobre los ingresos totales, si bien como complemento consideramos necesario que también se incluyan en el concepto las personas afiliadas a la Seguridad Social como trabajadores por cuenta propia en el sector agrario, aunque no alcancen aquel porcentaje mínimo de ingresos agrarios.

 

La futura PAC incluirá requisitos de bienestar animal. ¿Puede adelantar cómo serán estas exigencias?

En Cantabria las entendemos desde varios puntos de vista que permitirán diseñar diferentes estrategias. En primer lugar, las estrategias orientadas al pastoreo y, en segundo lugar, las estrategias orientadas a la calidad e higiene en la producción, que responderían a las exigencias recogidas en la estrategia de la Granja a la Mesa y pasan por la disminución del uso de antimicrobianos.

 

Otro de los grandes bloques de la PAC es la digitalización. ¿Cómo beneficiará esta parte especialmente a los ganaderos de vacuno de leche?

Para nosotros lo fundamental es conseguir hacer llegar la banda ancha a todos los rincones de Cantabria, no solo como apoyo a los ganaderos de nuestra región sino como herramienta de lucha contra la despoblación. La digitalización del sector solo puede redundar en la optimización de los procesos productivos, en la mejora de la calidad de vida de los ganaderos y en la obtención de mejores resultados económicos. Ya en la actual PAC priorizamos los proyectos de inversión innovadores que contemplen la digitalización de las explotaciones.

 

También se habla del relevo generacional y de un enfoque de género. ¿Cómo abordará estos dos aapectos la nueva PAC?

Creemos que la incorporación de jóvenes debe ser una medida prioritaria en el futuro Plan Estratégico y deben buscarse los mecanismos para reforzar la incorporación de la mujer a las empresas agrícolas. De momento, contamos con las herramientas de la titularidad compartida o de los criterios de valoración en las medidas de desarrollo rural, pero es necesario realizar los esfuerzos necesarios para encontrar fórmulas que nos permitan impulsar ese necesario acceso de la mujer al campo y fomentar su participación en los órganos de decisión de las entidades jurídicas y de las organizaciones profesionales.

 

El pasado 1 de febrero se inició el plazo de solicitud de las ayudas para 2021. En este período transitorio, ¿cómo va a tener garantizado el ganadero el proceso de gestión y de cobro? ¿Puede haber algún tipo de cambio en la cantidad de las ayudas?

En relación con las ayudas directas no creemos que vaya a producirse ningún cambio. En lo referente a las ayudas de desarrollo rural tenemos que modificar nuestro PDR para poder adaptarlo a la prórroga de dos años, junto con el cuadro financiero correspondiente. El riesgo que podemos correr son los posibles retrasos de la Unión Europea en su aprobación, pero esperemos que las decisiones sean rápidas y podamos contar con esos fondos cuanto antes.

 

¿Afectarán el bréxit y la pandemia provocada por la COVID-19 en el reparto de fondos europeos y se podrá ver la PAC alterada?

El marco financiero plurianual ya está cerrado, como bien saben, y en ese acuerdo ya se tuvieron en consideración estas cuestiones. No creo que podamos ir hacia atrás desde lo pactado a finales del año pasado.

 

Una reflexión para finalizar. El sector productor, ganadero y agrario, demostró en este último año su relevancia para el país y abasteció a la sociedad de alimentos en los momentos más difíciles, incluso cuando todos pudimos reconocer la dependencia exterior que tenemos para otro tipo de necesidades. ¿No cree que, a la hora de legislar este tipo de asuntos tan importantes para los ganaderos y agricultores, como la PAC o el decreto de los purines, entre otros, siguen sin consultarles directamente sus demandas?

En primer lugar, la relación de mi Consejería con las organizaciones profesionales agrarias que tienen representación en Cantabria es permanente, continua y de gran lealtad en ambas direcciones. Son escuchadas en todos los ámbitos de trabajo de mi Consejería, en algo tan importante como en la elaboración de nuevas normas y, por supuesto, en el desarrollo de los trabajos para la futura PAC. Más aún, me consta que son también escuchadas en los trabajos que al respecto está desarrollando el Ministerio. Llegar a todos los ganaderos uno por uno y recoger cada demanda es muy difícil, pero para eso están estas organizaciones profesionales, las cooperativas y las asociaciones de productores con las que en Cantabria, insisto, mantenemos un diálogo fluido y continuado.


SOBRE LA GESTIÓN DE PURINES
“Apostamos por la flexibilización del real decreto, que permita excepciones y que seamos las CC. AA. las que las podamos regular como conocedoras del territorio y de nuestros sistemas productivos”

La sostenibilidad ambiental es uno de los grandes retos que se marca la nueva PAC y en este apartado juega un papel importante la gestión de las deyecciones ganaderas. ¿Qué alegaciones a la norma se presentaron y cuándo cuentan que se apruebe definitivamente el decreto estatal sobre nutrición de los suelos agrarios?

Nosotros apostamos por la flexibilización del real decreto, de tal manera que permita la incorporación de excepciones y que seamos las comunidades autónomas las que las podamos regular como conocedoras del territorio y de nuestros sistemas productivos. Las alegaciones al texto han sido numerosas, especialmente desde la cornisa cantábrica. Esperemos que el Ministerio no se precipite en la aprobación y estudie y acepte las alegaciones recibidas.

 

Más pronto que tarde la aplicación de purines con sistemas de abanico, plato o cañón quedará definitivamente prohibida para poder cobrar la prima verde de la PAC. ¿Seguirán apostando por las prórrogas?

Nosotros no hemos apostado por ninguna prórroga. En Cantabria se realizó un estudio sobre estructura de explotaciones y pendientes y se establecieron excepciones en base a ello.

 

¿No cree necesarias otro tipo de medidas para que el sector se adapte lo antes posible a los sistemas que se exigirán en un futuro próximo?

Efectivamente este problema se debe tratar desde diferentes enfoques, además distintos en función de los tipos de explotación o comarcas: enfoques individuales de valorización de excedentes o enfoques comunitarios, establecimiento de sistemas de recogida o sistemas mancomunados de aplicación, etc.

 

¿Qué opina de que esta normativa sea una ley única para todo el territorio nacional y no logre tener en cuenta las condicionalidades orográfiicas o meteorológicas de cada región?

Nuestra opinión está claramente alineada con la defensa de las peculiaridades climáticas y orográficas de la España húmeda, y así se lo hemos hecho llegar al Ministerio.

 

Tampoco diferencia entre los tipos de ganadería intensiva y no se puede comparar la realidad del vacuno lechero, con superficie agraria disponible para la aplicación de los purines como fertilizantes, con la realidad de otro tipo de ganaderías intensivas que no practican ningún tipo de agricultura. ¿Cómo defenderá esta disyuntiva?

Como ya le he dicho, defendiendo las competencias de las CC. AA. y exigiendo la aplicación de excepciones.