CON LUPA | Conocemos la postura de Galicia ante la nueva PAC

José González: "Lamentamos que los ecoesquemas propuestos por el Ministerio aborden realidades, principalmente, del centro y sur peninsulares"

Iniciado ya en enero el período transitorio entre la Política Agraria Común actual y la futura PAC 2021-2027, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación negocia con los gobiernos de las comunidades autónomas las líneas que regirán su aplicación a partir de 2023. Conocer la postura de cada autonomía en todo este proceso es el objetivo de la serie de entrevistas que hemos publicado en el número 22 de la revista Vaca Pinta a los consejeros del ámbito en seis regiones de España, entre las cuales suman el 80 % de la producción láctea del país: Galicia, Castilla y León, Cataluña, Asturias, Cantabria y País Vasco.

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José González, conselleiro del Medio Rural de la Xunta de Galicia, contestó así a todas las cuestiones que le realizamos sobre el proceso de negociación con el Ministerio y el resto de comunidades.

¿Cuáles son los pasos más inmediatos que cuentan dar en este período transitorio hacia la nueva PAC?

En este proceso podemos hablar de dos etapas diferenciadas. Por una parte, el período de transición que acaba de comenzar el 1 de enero permite a los Estados miembros disponer de fondos para dar continuidad a las ayudas, tanto del primer pilar durante los años 2021 y 2022 como las del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Galicia (2.º pilar). Por otra parte, estamos trabajando con el MAPA y con las otras comunidades autónomas en la preparación del Plan Estratégico de la PAC que se aplicará en el período 2023-2027. El objetivo del MAPA y de las comunidades autónomas es tener un primer borrador del Plan Estratégico en este verano y dar los pasos necesarios para su presentación ante la Comisión Europea a finales de 2021 o principios de 2022.

 

Este año el Ministerio y las CC. AA. deberán asentar las bases del Plan Estratégico de la PAC en el que todas las administraciones valoren los intereses de cada territorio y se pueda llegar a un gran acuerdo. ¿Cuáles serán los pilares que defenderá para el sector lácteo gallego?

Las comunidades de la cornisa cantábrica hicimos un frente común para defender los intereses de nuestros agricultores y ganaderos. Es evidente que tenemos un modelo de explotación profesional, de pequeño y mediano tamaño, pero eminentemente familiar, que requiere una atención específica dentro de la futura PAC. Además, la orientación productiva de nuestro rural tiene que ver sobre todo con sectores ganaderos como el lácteo, algo que marca diferencias con otras zonas del Estado. Por eso, las cuatro comunidades cantábricas (Asturias, Cantabria, País Vasco y Galicia) defendemos que el Plan Estratégico Nacional de la PAC apoye y reconozca ese modelo de explotación familiar agraria sostenible propia del norte de España.

 

Se habla de una PAC más “verde”, de ecoesquemas… ¿En qué consistirá esta nueva línea de financiación?

Los ecoesquemas son una nueva línea de ayudas diseñadas por la UE para primar la sostenibilidad ambiental. Nosotros, junto a las comunidades del Cantábrico, apoyamos que se destine a estas ayudas el 20 % del montante disponible para pagos directos. Sin embargo, lamentamos que los ecoesquemas propuestos por el Ministerio aborden problemáticas y realidades productivas características, principalmente, del centro y sur peninsulares, quedando la España húmeda mucho más desatendida. Por eso demandamos, entre otras cosas, un cambio en las propuestas del Ministerio y que se añadan otros ecoesquemas adicionales, para atender a nuestra realidad. Además, queremos que se introduzcan, de modo transversal, mejoras como la de aplicar un complemento vinculado a la prevención de incendios o la de incorporar una modulación de la ayuda por estratos de tamaño.

 

Caminar hacia sistemas más sostenibles de producción y tener disponibilidad de base territorial son dos temas que preocupan al ganadero para cumplir con las exigencias de la PAC. ¿Cuáles serán las claves de la anunciada ley de recuperación de la tierra agraria?

Dos de los grandes objetivos de esta futura norma pasan, precisamente, por poner a producir las tierras ahora abandonadas e infrautilizadas y por aportar base territorial suficiente a aquellas explotaciones existentes que la precisan. Además, promueve la continuidad de las explotaciones y la buena gestión de las tierras que las conforman. Todo esto hará posible anticiparse a los incendios forestales, trabajar por la recuperación demográfica y por el asentamiento en el rural y mejorar la calidad de vida de la población. A mayores, la ley aportará un beneficio económico para el propietario de las tierras, mientras aquellas personas que las quieran trabajar contarán con la superficie suficiente para una actividad económica rentable, siempre manteniendo la titularidad de los predios. En definitiva, la futura norma marcará un antes y un después en nuestro rural, algo equiparable a una verdadera “reforma agraria” moderna y ambiciosa. Tengo muchas esperanzas depositadas en ella.

 

También está por precisar la definición de agricultor genuino. ¿Ayudará esta figura a fomentar que la superficie agraria se dedique realmente a la producción de alimentos y que esta actividad genere empleos y fije población en el rural?

Esta figura es clave en la futura PAC y debe contribuir a conseguir esos objetivos. En relación con su definición, por parte de Galicia y de las comunidades del Cantábrico se aboga por establecer un porcentaje mínimo, que se propone del 30 %, de los ingresos agrarios sobre los totales, excepto para los afiliados a la Seguridad Social como trabajadores por cuenta propia en el sector agrario, para no perjudicar a los pequeños agricultores. Se advierte, además, como inadecuada la propuesta del MAPA de incluir a aquellas personas que perciben menos de un cierto volumen de ayudas directas, con independencia de ese peso de los ingresos en su renta. Esto, para nosotros, “desnaturaliza” la propia definición de agricultor genuino.


"Debemos poner en valor el papel relevante que tienen los agricultores y ganaderos en la producción sostenible de alimentos sanos y seguros"

La futura PAC incluirá requisitos de bienestar animal. ¿Puede adelantar cómo serán estas exigencias?

Esto se encuadra en uno de sus objetivos específicos, dirigido a mejorar la respuesta de los productores de la Unión Europea ante las exigencias sociales en esta materia. Resulta evidente la importancia que los consumidores europeos conceden al mantenimiento de los animales de producción en un excelente estado de bienestar, de tal manera que consideran que es un deber ineludible de las personas ganaderas. En este sentido, aunque la normativa en materia de bienestar animal permitió que los diferentes sectores mejorasen su adaptación a las exigencias del consumidor de garantizar el bienestar de los animales que se dedican a la producción de alimentos, se detectan algunas insuficiencias, en algunos casos en el cumplimiento de los requisitos mínimos de las ganaderías y en otros en la transmisión veraz de la información del cumplimiento de los parámetros de bienestar a los consumidores. La nueva PAC pretende contribuir a la mejora del bienestar animal en las explotaciones, fortaleciendo la formación de los productores y su adaptación final a estas exigencias de los consumidores.

 

Otro de los grandes bloques de la PAC es la digitalización. ¿Cómo beneficiará esta parte especialmente a los ganaderos de vacuno de leche?

Efectivamente, la digitalización del sector agrario es uno de los objetivos fundamentales de la nueva PAC, que tiene carácter transversal. Su puesta en marcha en el vacuno de leche permitirá profundizar en el resto de los objetivos marcados en la PAC para este y el resto de los subsectores agrarios, y que podemos resumir en una sostenibilidad integgral (ambiental, económica, social, alimentaria y de desarrollo rural). La digitalización permite al ganadero sacar conclusiones que lo lleven a reducir el desperdicio de materias primas, a conocer los costes exactos de la alimentación y a valorar los recursos propios de la explotación. Finalmente, quiero indicar que esta digitalización también concierne a nuestra Consellería. Así, el Fogga está implementando diferentes herramientas electrónicas para los solicitantes de ayudas, como respuesta a las nuevas exigencias que impondrá la futura PAC. Por ejemplo, habrá aplicaciones móviles dentro de la plataforma informática SGA de gestión de la PAC para hacer consultas sobre las solicitudes, manejar fotos georreferenciadas, gestionar alegatos al SIXPAC, informarse sobre los derechos de pago, etc.

 

También se habla del relevo generacional y de un enfoque de género. ¿Cómo abordará estos dos aspectos la nueva PAC?

En el diseño de la futura PAC cobran especial relevancia ambos aspectos. Por un lado, se apuesta por reforzar la posición de la mujer en la gestión de las explotaciones y, por otro, se mantiene también el impulso por el relevo generacional, con incentivos para los jóvenes que deseen incorporarse al campo. Nosotros, desde luego, estamos en línea con estos objetivos.

 

El pasado 1 de febrero se inició el plazo de solicitud de las ayudas para 2021. En este período transitorio, ¿cómo va a tener garantizado el ganadero el proceso de gestión y de cobro? ¿Puede haber algún tipo de cambio en la cantidad de las ayudas?

En este sentido, lamentamos que el MAPA tome decisiones sobre la futura PAC, en cuestiones tan relevantes como el reparto de las ayudas directas, sin contar con las comunidades autónomas. Con el real decreto recién aprobado por el Consejo de Ministros, el Gobierno central rompió las reglas sin consultar a las autonomías y sin tener en cuenta, en particular, las alegaciones de Galicia. En esas alegaciones –comunicadas al Estado en septiembre y octubre–, nos mostrábamos contrarios a que se acelere la convergencia (la “equiparación” de las condiciones de cobro de las ayudas). Ahora, con este real decreto, el Gobierno central cambia las reglas del juego en el período transitorio, y más cuando aún se desconoce cómo va a ser la regulación del primer pilar (ayudas directas) en el nuevo período ejecutivo. Consideramos que no tiene mucho sentido introducir modificaciones que afecten a regiones que no sabemos aún si se van a mantener. Por todo esto, solicitamos al ministro que reconsidere su postura y que apueste por una convergencia más suave, que se inicie una vez se aclare el régimen del primer pilar y una vez finalizado el período transitorio 2021-2022. Para eso, contará con toda la colaboración de la Xunta. Mostramos nuestra preocupación porque las medidas aprobadas por el Ministerio van a suponer, según los cálculos técnicos preliminares realizados por la Xunta, que los ganaderos y agricultores gallegos perderán alrededor de 1,35 millones de euros, es decir, casi un 2 % de lo que hoy reciben como pago básico anual.

 

¿Afectarán el bréxit y la pandemia provocada por la COVID-19 en el reparto de fondos europeos y se podrá ver la PAC alterada?

Espero que el bréxit no tenga unas consecuencias muy negativas en las políticas europeas para el campo. En este sentido, debemos poner en valor el papel relevante que tienen los agricultores y ganaderos en la prodducción sostenible de alimentos sanos y seguros, de primera necesidad en algunos casos, para el conjunto de la población europea. Por lo tanto, el esfuerzo presupuestario tiene que ser acorde al esfuerzo que se hace desde el sector primario. Lo mismo podría aplicarse a la pandemia.

 

Una reflexión para finalizar. El sector productor, ganadero y agrario, demostró en este último año su relevancia para el país y abasteció a la sociedad de alimentos en los momentos más difíciles, incluso cuando todos pudimos reconocer la dependencia exterior que tenemos para otro tipo de necesidades. ¿No cree que a la hora de legislar este tipo de asuntos tan importantes para los ganaderos y agricultores, como la PAC o el decreto de los purines, entre otros, siguen sin consultarles directamente sus demandas?

Evidentemente, tenemos que escuchar y consultar a los agricultores y ganaderos a la hora de planificar políticas que les afectan directamente. Yo tengo que decir que, en lo que a nosotros corresponde, lo estamos haciendo. Así, por ejemplo, en la definición de la Estrategia de dinamización del sector lácteo, además de contar con todos los agentes de la cadena de valor, llevamos a cabo una amplia encuesta entre los ganaderos, para escuchar sus opiniones e inquietudes. Mantenemos –y seguiremos manteniendo– una interlocución fluida y constante con todos ellos, porque estamos convencidos de que son los verdaderos protagonistas del desarrollo de nuestro rural.


SOBRE LA GESTIÓN DE PURINES
“Las emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas al sector vacuno están sobrevaloradas”

 

La sostenibilidad ambiental es uno de los grandes retos que se marca en la nueva PAC y en este apartado juega un papel importante la gestión de las deyecciones ganaderas. ¿Qué alegaciones a la norma se presentaron y cuándo cuentan que se apruebe definitivamente el decreto estatal sobre nutrición de los suelos agrarios?

Desde el primer momento mostramos nuestra preocupación porque la propuesta del Ministerio no tiene en cuenta las particularidades de Galicia y de nuestras explotaciones, que podrían sufrir un perjuicio muy superior al beneficio ambiental que se pretende. Por eso presentamos hasta 22 alegaciones al texto, unas aportaciones que, en líneas generales, buscan flexibilizar las exigencias de esta norma a las pequeñas explotaciones, teniendo en cuenta diferentes factores. Entre ellos, los condicionantes naturales de Galicia, tales como la orografía accidentada, la climatología atlántica o la existencia de numerosos cauces fluviales. También, contemplando la escasa base territorial de la mayoría de nuestras explotaciones, formada además por muchas parcelas de pequeño tamaño y la especialización de nuestro sector agrario en la producción lechera. A mayores, quiero recordar, en este sentido, que Galicia ya está trabajando en un proyecto de economía circular, que incluye la gestión de los purines excedentarios de las explotaciones. Considero que este tipo de actuaciones tienen que ser apoyadas por todas las administraciones. En este mismo contexto, nuestra Estrategia de dinamización del sector lácteo incorpora también una serie de medidas para impulsar acciones de economía circular en las explotaciones y más concretamente para abordar la gestión y el correcto tratamiento de los purines. Por supuesto, es preciso trasladar también que estamos elaborando una ley gallega para la gestión integral de las deyecciones ganaderas, con el objetivo de ordenar su producción, recogida, transporte y almacenamiento. Se trata, asimismo, de establecer un sistema integral de gestión que garantice la trazabilidad hasta su tratamiento final, con el fin de prevenir problemas medioambientales que puedan derivarse de una gestión inadecuada en zonas de elevada carga ganadera.

 

Más pronto que tarde la aplicación de purines con sistemas de abanico, plato o cañón quedará definitivamente prohibida para poder cobrar la prima verde de la PAC. ¿Seguirán apostando por las prórrogas?

El sistema de cañón ya está prohibido en Galicia para los beneficiarios de la PAC desde 2018 y proponemos una aplicación gradual de la prohibición de aplicar productos mediante sistema de plato o abanico. Se debería comenzar por las explotaciones de mayor tamaño, que son las que más volumen de abono generan y, en consecuencia, contaminan más, y acabar la adaptación con las pequeñas, que dispondrían de un plazo de dos años para hacerlo. También debería tenerse en cuenta una graduación según el tipo de explotaciones (y por lo tanto, de residuos), empezando a aplicarse a las de porcino y finalizando por las de vacuno. Además, se debe tener en cuenta que los agentes de nuestro sector primario son los primeros interesados en ese modelo sostenible y así lo vienen demostrando ya con sus prácticas productivas.

 

¿No cree necesarias otro tipo de medidas para que el sector se adapte lo antes posible a los sistemas que se exigirán en un futuro próximo?

Por supuesto, hace falta ayudar a los agricultores y ganaderos a adaptarse. En nuestras alegaciones al MAPA contemplamos que el Estado debe garantizar líneas de ayudas a las inversiones que tendrán que afrontar para cumplir la norma, unas aportaciones que permitan su viabilidad económica. Tienen que articularse medidas en este sentido, sin duda; pero, insisto, reclamamos que se tengan en cuenta las especiales condiciones de Galicia para aplicar la normativa. Además, no somos el único territorio que lo reclama.

 

¿Qué opina de que esta normativa sea una ley única para todo el territorio nacional y no logre tener en cuenta las condicionalidades orográficas o meteorológicas de cada región?

En primer lugar, nosotros decimos que este no es el mejor momento para aprobar una norma de estas características. Desde luego, no así. Es preciso contemplar las particularidades de Galicia y facilitar una adaptación a las exigencias ambientales que vienen de Europa. Además, no es el momento adecuado porque, entre otras razones, estamos en una situación de cierta indefinición de la futura PAC y aún no están validados los ecoesquemas propuestos por Galicia, que deben servir de base para las pretensiones del real decreto ministerial. En esa línea van también nuestras alegaciones. En ellas, ponemos de manifiesto, precisamente, la necesidad de tener en cuenta las características de cada tipo de ganadería, así como las particularidades de cada comunidad autónoma. Consideramos que las consecuencias del uso de fertilizantes orgánicos o minerales son diferentes según los diversos territorios, por lo que no se debe establecer una norma general que no tenga en cuenta esas especificidades.

 

Tampoco diferencia entre los tipos de ganadería intensiva y no se puede comparar la realidad del vacuno lechero, con superficie agraria disponible para la aplicación de los purines como fertilizantes, con la realidad de otro tipo de ganaderías intensivas que no practican ningún tipo de agricultura. ¿Cómo defenderá esta disyuntiva?

Efectivamente, en nuestras alegaciones explicamos que las emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas al sector vacuno están sobrevaloradas. El real decreto parte de datos incorrectos para calcular estas emisiones del sector de vacuno de leche, ya que no aparece información sobre el tiempo que pasan las vacas y la recría de leche en pastoreo. El pastoreo es una de las mejores técnicas para reducir las emisiones de amoniaco. Estimamos que estas son aproximadamente un 30 % inferiores a las publicadas por el Ministerio para el vacuno de leche.