Xundeva: 20 años velando por la sanidad ganadera en el Deza

Conversamos con cuatro de las veterinarias que integran el equipo actual de la ADSG Xundeva sobre la evolución de esta agrupación con dos décadas de historia desde su creación hasta la actualidad y sobre cómo han logrado reforzar la prevención y el control de enfermedades en las ganaderías de la zona gracias a una labor coordinada y especializada. Más en Vaca Pinta 50.

Formada inicialmente con la fusión de otras agrupaciones, hoy en día Xundeva es la única Agrupación de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG) en la provincia de Pontevedra. Como todas las ADSG, está compuesta por ganaderos que se unen para mejorar la sanidad de sus explotaciones y que contratan a un grupo de veterinarios para llevar a cabo este trabajo esencial. La filosofía de estas agrupaciones se basa en la prevención, aunque, tal y como remarcan las profesionales que la integran en la actualidad, los primeros años fueron un proceso para situarse y analizar el estado de las granjas que formaban parte de ella.

La creación de Xundeva hace 20 años respondió a la necesidad de controlar enfermedades preocupantes en ese momento, como la IBR y la BVD, y fue impulsada con el apoyo de la Administración, de cooperativas y de sindicatos. Hoy en día, el equipo de Xundeva está compuesto por seis veterinarias y una administrativa, encargadas de implementar el programa establecido. Si bien no pueden abarcar toda la provincia debido a las distancias que esto implicaría, sí cubren las principales zonas ganaderas de Pontevedra, que incluyen Agolada, Vila de Cruces, Silleda, Forcarei, A Estrada, Lalín, Rodeiro y Dozón.


Xundeva, la única ADSG de Pontevedra, atiende a casi un millar de explotaciones ganaderas y gestiona entre 43.000 y 44.000 UGM

Inicialmente, comprendía los municipios de Rodeiro, Lalín y Dozón. En 2013, se expandió incorporando a Vacundeza (Vila de Cruces y Agolada), a la ADSG de A Estrada y al ayuntamiento de Forcarei, que en aquel entonces tenía parado este servicio. Más recientemente, en 2021, también se fusionó Silleda, lo que consolidó a Xundeva como representante de los ayuntamientos de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes.

Según los últimos datos, Xundeva presta servicio a aproximadamente 940 explotaciones (llegaron a rondar los 1.100 socios, si bien el número de cabezas no ha variado) y atienden a un volumen de entre 43.000 y 44.000 unidades de ganado mayor (UGM). En ayuntamientos como Rodeiro, el porcentaje de ganaderías adheridas es cercano al 80 %, mientras que en Lalín, que cuenta con muchas granjas, pero de menor tamaño, la cifra está más próxima al 60 %. La media de ejemplares por negocio ha aumentado con los años y en la actualidad se sitúa en torno a los 45 animales.

 

 

EL EQUIPO


 
Gloria Martínez Sanz, inició su trayectoria profesional como veterinaria en 1987. Desde el año 2013 forma parte de la ADSG Xundeva y, en la actualidad, su zona de trabajo abarca fundamentalmente las ganaderías de la zona de Lalín.

 

María Elena Buceta Solla, acumula treinta años de experiencia como veterinaria. Hace veinte que trabaja en agrupaciones de defensa sanitaria ganadera y en la ADSG Xundeva desempeña sus funciones concretamente desde 2013. Su área de trabajo se divide entre Vila de Cruces, Agolada, Silleda y Lalín.

 

María Elisa Blanco Penedo, cuenta con 23 años de experiencia como veterinaria y se incorporó a la ADSG Xundeva hace un año. Realiza su labor profesional en ganaderías de Silleda y Lalín.

 

Paloma Carbajales Álvarez, comenzó su carrera como veterinaria en 2007. Trabajó durante dos años en el Hospital Universitario Rof Codina (Lugo) y, posteriormente, estuvo 11 años en la ADSG Santa Isabel, en Outeiro de Rei. En 2021 pasó a formar parte de la ADSG Xundeva, en donde atiende las zonas de Rodeiro y Lalín.

 

Bárbara Fernández García, ejerce como veterinaria desde hace 23 años. Desde hace una década forma parte de la ADSG Xundeva, desempeñando su labor en los municipios de Rodeiro, Dozón y Lalín.

 

Ángeles Álvarez González, cuenta con 34 años de experiencia en el ejercicio de la veterinaria. Está en la ADSG Xundeva desde 2013, donde cubre las ganaderías de A Estrada, Forcarei, Cuntis y Lalín.

 

MOTIVOS PARA SU CREACIÓN Y EVOLUCIÓN

La creación de la ADSG Xundeva fue posible gracias a la colaboración de numerosas cooperativas de la región, que desempeñaron un papel esencial desde el principio. “De hecho, ese protagonismo se mantiene hasta hoy porque la directiva está formada por representantes de cada una de esas cooperativas”, señala Gloria Martínez, una de las veterinarias de Xundeva, quien subraya la importancia de este vínculo entre la agrupación y el cooperativismo local.

Por su parte, otra de sus técnicas, Elena Buceta, detalla que la creación de las ADSG fue una respuesta conjunta ante carencias detectadas tanto por la Administración como por los ganaderos. “La Administración, viendo las necesidades que había en el sector, promueve unas leyes o reales decretos, y el sector, apoyándose en ellos, crea las ADSG”, dice. Este esfuerzo compartido permitió que Xundeva se consolidara como una herramienta clave para mejorar la sanidad ganadera en la región.

En cuanto a su evolución, Buceta destaca que la agrupación comenzó con dos veterinarios, “además eran dos veterinarios chicos, que casi fue la excepción, el resto hemos sido siempre mujeres”. Con el tiempo, se incorporaron más profesionales hasta llegar a la plantilla actual.

Este crecimiento se ha reflejado también en la ampliación del territorio cubierto. La expansión trajo consigo una mayor diversidad en las explotaciones ganaderas. Elena explica que “Rodeiro y Lalín son zonas mucho más ganaderas, en Agolada hay mucha ganadería de carne y en Vila de Cruces cada vez hay más de carne y menos de leche”. Estas diferencias también dejan constancia de cómo la agrupación se ha ido adaptando a las necesidades específicas de cada zona.


Las ADSG han ayudado a transformar el sector ganadero, no solo desde el punto de vista sanitario, sino también como un apoyo técnico y formativo para los ganaderos

Cuentan que, cuando se empezó a trabajar como ADSG, el estatus sanitario de las explotaciones respecto a enfermedades como IBR, BVD o neosporis era poco conocido. Las analíticas para determinarlo eran escasas, mientras que hoy ya hablamos de que se avanza hacia un programa estatal de erradicación de IBR, en el que en Xundeva llevan un par de años trabajando. “Analizamos el ganado al completo para conocer su estatus sanitario, lo que implica sangrar y vacunar muchos más animales que entonces”, puntualizan.

La intensificación de la ganadería también ha incrementado la incidencia de enfermedades. “Antes era raro vacunar contra Clostridium o neumonías; ahora es habitual”. Explican que en especial en las grandes explotaciones profesionalizadas, donde cuentan con relevo generacional, se planifica anualmente un calendario de vacunación, que incluye las vacunas habituales y también las nuevas, como la de la enfermedad hemorrágica epizoótica. “Eso también lo llevamos nosotras y hace 20 años era prácticamente testimonial, así que, sí, nuestro trabajo en este tiempo ha cambiado bastante, y creemos que para mejor, porque nuestras funciones son mayores, luego significa que podría haber más profesionales de la veterinaria trabajando en esta área con el tiempo”, desean.

LA RELEVANCIA DE LAS ADSG EN EL SECTOR

Las agrupaciones de defensa sanitaria ganadera han ayudado a transformar el panorama del sector ganadero en Galicia, no solo desde un punto de vista sanitario, sino también como un apoyo técnico y formativo para los ganaderos. Martínez recuerda que formar parte de una ADSG no es obligatorio, pero quienes participan suelen quedarse por los beneficios que perciben. “Es frecuente que vean las ventajas de estar en ADSG. De hecho, a veces, el que se marcha sin que lo eches, también vuelve sin que lo llames…”, señala.

“Si formar parte de una ADSG siempre es positivo, formar parte de la ADSG Xundeva te diría que ya es un punto extra”, bromea María Blanco, también veterinaria de esta agrupación. “Supone un control de enfermedades no obligatorias, pero que son importantes para la salud de los animales y, por lo tanto, para la producción”, explica. La base de estas ventajas radica en el manejo de fundamentalmente cuatro enfermedades: IBR, BVD, paratuberculosis y neosporosis, las cuales afectan directamente a la reproducción y productividad de las ganaderías, especialmente las lecheras, predominantes en la zona. “Una explotación lechera se basa en que las vacas den leche, y para eso, evidentemente, antes tienen que preñar. Todas las enfermedades que retrasan la preñez repercuten en la producción. Eso es la base de todo”, detalla.

Además del programa oficial que especifica la Consellería del Medio Rural de la Xunta de Galicia, Xundeva aborda de manera específica otras enfermedades, como diarreas neonatales, enterotoxemias y problemas respiratorios, cubriendo así un espectro amplio de patologías que podrían impactar en el rendimiento de estos negocios.

Otro aspecto crucial de estas asociaciones tiene que ver con el componente formativo y de asesoramiento técnico que ofrecen a los ganaderos. Desde el momento en que una explotación se incorpora a Xundeva, sus veterinarias proporcionan pautas de manejo básico, como limpieza, desinfección o control de plagas, fundamentales para garantizar la higiene y el bienestar animal. “Habrá gente que ya lo sepa, pero otra lo aprende gracias a estar en una ADSG”, expone Blanco.

Las jornadas formativas también son un punto destacado. Permiten aprender y, al mismo tiempo, desechar información poco fiable. “Escuchas a gente profesional, con una base científica, no a alguno que comenta o que dice según lo que le parece. Eso marca la diferencia”, apuntan. Además, estas reuniones fomentan la interacción entre los propios ganaderos, creando un espacio para compartir experiencias y conocimientos.


“Es fundamental que todas las granjas tengan un programa sanitario mínimo, aunque no sea de manera directa a través de una ADSG, pero sí con un veterinario responsable”

Así mismo, cuentan las protagonistas de esta pieza que, en general, en cualquier ADSG, la relación estrecha entre los productores y los veterinarios les permite a estos últimos actuar como intermediarios entre las ganaderías y la Administración pública. Martínez resalta este papel, mencionando que suelen explicar de manera directa y cercana las recomendaciones oficiales. “Tenemos un trato muy familiar con los ganaderos y nos es muy fácil transmitirles las cosas. A veces incluso intercedemos entre el inspector veterinario y ellos, por proximidad”, cuenta.

Esta cercanía no solo facilita la comunicación, sino que también refuerza la confianza y el compromiso de los productores con las buenas prácticas. “Nos ocupamos de hacerles llegar el conocimiento, pero también de reñirles cuando algo no está bien, porque es nuestra responsabilidad garantizar que cumplan con las normativas y con los estándares de calidad”, asevera.

LA LABOR FORMATIVA, OTRO EJE ESTRATÉGICO

Las jornadas técnicas organizadas por las ADSG, como las que realiza Xundeva, son un elemento indispensable para la formación continua. Estas actividades no solo responden a la normativa, que exige una formación anual, sino que se han convertido en un espacio esencial para la actualización de conocimientos tanto para ganaderos como para veterinarios. “Con el discurrir de los años hemos ido haciendo formaciones con más peso, porque cada vez acude un mayor volumen de personas, las ganaderías son mejores y la gente está más formada y demanda más información”, comenta Martínez.

La elección de los temas tratados no es casual, sino que responde a las problemáticas más relevantes del momento. Las veterinarias de esta agrupación recuerdan que cada año se adaptan los contenidos para prevenir y gestionar situaciones complejas que puedan surgir. “Intentamos ser punteros en los temas que tratamos y que les sirvan para estar ya preparados”, señala Martínez. Un ejemplo de esto fue la gestión de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE): “Cuando Zamora, Extremadura y Salamanca ya tuvieron un problema grande, trajimos a una persona con muchísimo conocimiento al respecto para explicarles cómo reducir la incidencia, si bien es cierto que, hasta que no tienes el problema encima, no eres del todo consciente de lo que te contaron antes”.

Además de la calidad técnica de estos encuentros, también destacan que su realización depende de la colaboración de empresas farmacéuticas, que aportan ponentes y apoyo económico. “Sería inviable hacer unas jornadas de una magnitud como la de las nuestras sin esa ayuda”, señala Gloria.

SOBRE LAS ADSG

Las agrupaciones de defensa sanitaria ganadera (ADSG) son asociaciones creadas con el objetivo de mejorar la sanidad animal y prevenir enfermedades en las explotaciones ganaderas de una determinada zona. Estas agrupaciones permiten a los productores colaborar entre sí y con las administraciones públicas para aplicar medidas sanitarias más eficaces y coordinadas.

Entre las funciones de una ADSG se encuentran:

  • Implementación de programas sanitarios comunes para la prevención y el control de enfermedades animales.
  • Asesoramiento técnico a los ganaderos sobre prácticas de manejo y bioseguridad.
  • Participación en la red de epidemiovigilancia sanitaria, contribuyendo a la detección y el control de enfermedades emergentes.
  • Mejora del bienestar y la sanidad animal, lo que se traduce en productos más seguros y de mayor calidad.

Por otra parte, integrar una ADSG reporta una serie de beneficios a los ganaderos, tales como el acceso a programas de sanidad animal subvencionados, una mayor protección ante brotes de enfermedades, la reducción del impacto económico de las enfermedades ganaderas y la mejor organización y mayor formación en temas sanitarios.

DIFICULTADES Y RETOS AFRONTADOS

Ponen el foco en la necesidad de promover la incorporación de explotaciones a agrupaciones como la suya. Paloma Carbajales, veterinaria de esta ADSG, expone que este propósito tiene un impacto directo en la mejora de la sanidad animal de la  comarca: “Lograr incorporar el mayor número de  granjas posibles a la ADSG supone una mejor sanidad en toda la zona, y ese es nuestro objetivo, trabajar cada día con más ganaderías para tener más controlada la sanidad de este territorio”.

Hablando de los desafíos a los que han hecho frente, apuntan hacia la implementación del nuevo programa nacional de control de IBR, el cual les exige un intenso labor de muestreo en granja. “Tratamos de incluir el mayor número de ganaderías en él, pero eso implica muestrear a todos los animales, lo que supone un importante volumen trabajo”, comenta Carbajales. Además, subraya el impacto de la aparición de nuevas enfermedades emergentes, como la EHE: “Aquí tuvimos un brote muy fuerte y hemos colaborado muy activamente en la toma de muestras”.


"Hoy, la mayoría de los ganaderos no introduce un animal sin saber de dónde viene, qué análisis tiene o qué enfermedades podría traer”

Otro aspecto importante para ellas es lograr que los ganaderos adopten programas sanitarios y medidas de bioseguridad. “A la hora de establecer un programa sanitario, si los ganaderos no están a favor, no vas a lograr implantarlo. También es crucial mentalizarlos sobre la bioseguridad. Aquí no puede entrar todo el mundo de cualquier manera; hay que poner controles y barreras en las entradas para mejorar la seguridad del rebaño”, destaca.

Para terminar, identifica como uno de los grandes retos del sector garantizar que todas las ganaderías, estén o no en una ADSG, cumplan con un programa sanitario básico. “De nada sirve que en las ADSG eliminemos animales positivos si otras explotaciones sin control mueven los suyos libremente. Es fundamental que todas las granjas tengan un programa sanitario mínimo, aunque no sea de forma directa a través de una ADSG, pero sí con un veterinario responsable”, concluye.

LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR, BAJO LA MIRADA DE XUNDEVA

La ADSG Xundeva ha sido testigo y agente implicado de los cambios que han transformado el sector ganadero en las últimas dos décadas. Desde la desaparición de las cuotas lácteas hasta la creciente digitalización del agro, el panorama actual está muy alejado del que había cuando echó andar esta agrupación. La evolución, destacan, ha sido más que evidente.

En este contexto, las ADSG han desempeñado un rol clave, especialmente en la mejora del estatus sanitario del ganado y en la concienciación sobre la bioseguridad. “Hace diez años, había quien compraba reses como si se fueran de rebajas, sin preocuparse por su origen sanitario. Hoy, la mayoría no introduce un animal sin saber de dónde viene, qué análisis tiene o qué enfermedades podría traer”, señala Elena Buceta. Esta transformación –asevera– es una de las principales contribuciones que han hecho las ADSG: “Hemos ayudado a hacerlos conscientes de que no tiene sentido trabajar para mejorar el estatus sanitario del rebaño si luego lo destrozamos todo con un único animal que se compra sin garantías”.

Pero no solo ha cambiado la forma de trabajar, sino también el perfil de los ganaderos. Las explotaciones   han pasado de ser pequeñas y familiares, con 25 vacas como máximo, a ser de mayor tamaño y estar gestionadas por jóvenes formados, muchos de ellos con estudios agrarios. “Menos mal que todavía hay quienes ven las ventajas del trabajo con vacas. Esta labor, vinculada a la tierra, al exterior, tiene retos, pero también ofrece una calidad de vida única”, ponen en valor.


“Esta es una profesión muy bonita, muy enriquecedora; a las nuevas generaciones de veterinarios y veterinarias les diríamos que deberían conocerla antes de descartarla”

La profesión veterinaria, al igual que el sector ganadero, también ha evolucionado. En este sentido, hacen hincapié en el creciente papel de las mujeres en el campo: “Cada vez hay más veterinarias y ganaderas. Hoy no llama la atención que la técnica que entra por la puerta sea una mujer. Creo que nos tratan de igual a igual, y eso es un avance enorme con respecto a otros tiempos”, reflexiona Elena. También subraya que esta profesión requiere vocación y considera que “trabajar en el campo te aporta libertad, te conecta con la naturaleza y rompe con la monotonía”.

Sobre esto, Martínez reconoce la satisfacción personal que ha encontrado en su trayectoria profesional, pese a los retos físicos que conlleva el trabajo con grandes animales: “Físicamente se nota, claro, no es lo mismo estar en una oficina que lidiar con el ganado, pero yo he sido muy feliz en este oficio. Es un mundo muy bonito, ideal para quien no quiera estar encerrado entre cuatro paredes. Los ganaderos te aportan muchísimo y los momentos agradables superan con creces a los difíciles”.

De manera general, ponen de manifiesto una preocupación creciente en el sector: la falta de veterinarios de campo. “Tenemos muchísimos problemas para cubrir plazas. Nos estamos quedando sin personal”, lamentan. A pesar de ello, su mensaje final es optimista: “Esta es una profesión muy bonita, muy enriquecedora; a las nuevas generaciones de veterinarios y veterinarias les diríamos que deberían conocerla antes de descartarla”.

Dicen las veterinarias integrantes de esta ADSG que no podrían considerar a Xundeva como un referente, pero, sin duda, con más de dos décadas de trayectoria, es evidente que esta agrupación de defensa sanitaria ganadera se ha consolidado, como poco, como ejemplo, ya no solo por sus logros técnicos, sino también por la rigurosidad de un equipo comprometido con la mejora global de la cabaña ganadera gallega.