Invesaga alerta de que la probabilidad de transmisión de enfermedades de carrachas a humanos es elevada en el noroeste de España

La probabilidad de que las personas adquieran ciertas enfermedades transmitidas por carrachas, especialmente en el caso de la borreliosis y rickettsiosis, es elevada en el noroeste de España, según concluye la tesis de doctorado que acaba de presentar en la Facultad de Veterinaria del campus de Lugo Susana Remesar Alonso, del grupo de Investigación Sanidad Animal Galicia (Invesaga) de la USC, un grupo de referencia competitiva de la Consellería de Educación, Universidad y Formación Profesional de la Xunta de Galicia, coordinado por el catedrático Pablo Díez Baños, que advierte así de la necesidad de aumentar la concienciación de la población respecto de los riesgos que pueden suponer para la salud humana las picaduras de carrachas.

La investigación de doctorado realizada por Remesar Alonso bajo el título ‘Dinámica de poblaciones de las carrachas exófilas en el noroeste de España y su papel como vectores de agentes infectoparasitarios de importancia veterinaria y médica’ y dirigida por los profesores de la USC Patrocinio Morrondo Pelayo, Pablo Díaz Fernández y Gonzalo Fernández Rodríguez, constituye uno de los estudios más amplios de los realizados hasta la fecha en Galicia y en el conjunto de la península Ibérica respecto de los patógenos que pueden vehicular las carrachas, en el marco del que se recogieron 7.000 carrachas, cuya identificación morfológica específica se desarrolló mediante técnicas de biología molecular.

El estudio de Remesar Alonso que conforma su tesis de doctorado, una investigación que contó con financiación del grupo de referencia competitiva GR2015/003 de la Xunta de Galicia, deparó la identificación de 5 especies de carrachas, de las que Ixodes ricinus es la que tiene una presencia más habitual (99,2 %), mientras que Dermacentor marginatus (0,3 %), Dermacentor reticulatus (0,2 %), Ixodes frontalis (0,2 %) e Ixodes acuminatus (0,01 %) fueron detectadas de manera ocasional.

La I. ricinus y la única especie de carracha en la que se encontraron todos los estadíos de desarrollo, siendo más abundantes las ninfas, según se recoge en esta investigación, un trabajo que también permitió advertir una asociación directa entre la fenoloxía de I. ricinus con factores como la temperatura y el fotoperíodo. La relación de esta carracha es inversa con el aumento de la humedad relativa máxima media. Estas variables permiten predecir en que épocas del año habrá mayor número de carrachas en la vegetación y por tanto mayor riesgo de exposición y transmisión de los patógenos que vehiculan, según se recoge en la investigación.

La aplicación de diversas técnicas de biología molecular permitieron detectar en I. ricinuslos 5 géneros de patógenos estudiados, siendo los más prevalentes Rickettsia spp. (20,7%) y Borrelia spp. (12,1%), mientras que la prevalencia de otros patógenos como  Babesia spp., Anaplasma spp. y Theileria spp. fueron inferiores al 2 %. En la especie I. frontalis se hallaron los patógenos Rickettsia spp. y Anaplasma spp, mientras que en D. marginatus y D. reticulatus únicamente se detectó el patógeno Rickettsia spp.

Un pequeño porcentaje de I. ricinus e I. frontalis resultaron infectados con Anaplasma phagocytophilum, aunque mediante el estudio conjunto de los genes groESL y 16S ARNr se comprobó que la mayoría de las variantes encontradas no son potencialmente zoonóticas. Por lo contrario, la investigación sirvió para detectar que Babesia venatorum y Babesia microti son variantes potencialmente patógenas para las personas. Otras de las aportaciones de la investigación realizada por Remesar Alonso alcanzan a la detección de 6 genoespecies de Borrelia potencialmente zoonóticas: 5 del grupo B. burgdorferi sensu lato, relacionadas con la Enfermedad de Lyme y una del grupo de las fiebres recurrentes (B. miyamotoi). Además, las prevalencias de B. burgdorferi s.l. y Rickettsia spp., fueron significativamente superiores en I. ricinus procedentes de la montaña y de la costa.