Mensaje de Aprolep ante la crisis sanitaria por Covid-19

Tranquilidad, solidaridad y responsabilidad

De cara a la crisis global causada por la pandemia del Covid-19, la Asociación de los Productores de Leche de Portugal (Aprolep) quiere dejar un mensaje de tranquilidad a los portugueses sobre el abastecimiento de productos lácteos. Todas las informaciones que disponemos indican que los agricultores, cooperativas, empresas de transportes, transformación y distribución están trabajando normalmente, con las limitaciones naturales y todos los cuidados posibles, no habiendo motivo para que los consumidores hagan compras en exceso que dificulte el trabajo de reposición y acceso de todos a la alimentación.

En este contexto, la carrera a las estanterías de alimentación en los supermercados vino a confirmar cómo es de importante mantener vivo el sector agropecuario para garantizar la seguridad alimentaria de las poblaciones. A pesar de las dificultades que hemos sentido a lo largo de los años, hemos demostrado resiliencia y capacidad de responder a los desafíos. Es fundamental que la sociedad y el poder político reconozcan la relevancia del sector primario de forma permanente y no solo en momentos de crisis como la que vivimos. Subrayamos incluso que la brutal reducción de la polución a nivel mundial después de la parada del tráfico aéreo, del tráfico urbano y de otras actividades económicas demostró de una forma muy clara que no eran las vacas la causa de esa polución.

Pero, las alteraciones de la vida cotidiana impuestas para la contención de la pandemia provocaron alteraciones de consumo y nuevos problemas que urge enfrentar. En el sector de la leche de vaca registramos dificultades puntuales de algunas queserías que no tienen salida para sus productos porque su mercado era el restablecimiento y tienen dificultad para comprar a los productores la leche, habiendo propuestas para reducción drástica del precio en un 30 %. Tuvimos conocimiento de productores de leche de cabra y oveja que en una situación más dramática fueron obligados a tumbar los tanques de leche producida. Ahora, ante esta situación excepcional, apelamos a una solidaridad excepcional entre transportistas e industrias para que no se pierdan los productos agrícolas producidos y apelamos a los consumidores para que, dentro de lo posible, compren los productos lácteos que acostumbraban consumir en los restaurantes, para mantener el medio rural vivo y produciendo. No olvidar que cabras, ovejas y agricultura alrededor de las aldeas son la primera protección para evitar los incendios de todos los años.

Más allá de la realidad local, esta crisis nos recuerda lo que siempre afirmamos: la Unión Europea tiene la responsabilidad de mantener viva una agricultura de proximidad a los consumidores, para mantener el abastecimiento de las poblaciones con seguridad alimentaria. Esta crisis sanitaria, con todas las restricciones necesarias a la parada de la pandemia, va a provocar una crisis económica y de comercio internacional que debe ser desde ya anticipada al nivel de la Unión Europea por un análisis permanente del mercado. Es probable que en diferentes lugares de Europa surjan dificultades en la transformación y comercio de productos lácteos. En ese contexto se debe evitar la repetición de los errores de los últimos 10 años, pudiendo ser necesario contener la producción para que países excedentarios de leche no inunden los mercados de países como Portugal que tienen una producción ajustada al consumo. Eso debe ser hecho de forma organizada y rápida a nivel europeo. Europa no tiene una política común de salud y por eso no consiguió responder de forma organizada a esta crisis, pero tiene una Política Agrícola Común e instituciones comunitarias que deben actuar para prevenir.

La dirección de Aprolep