ES LA LECHE

¿Por qué Nutri-Score no es un medidor justo?

Un estudio realizado recientemente por científicos españoles ha demostrado que la información que aporta Nutri-Score, el sistema para puntuar la calidad de los alimentos, no solo es incompleta, sino que, además, falla a la hora de identificar los alimentos no saludables. En Vaca Pinta 27 desgranamos las principales conclusiones del trabajo.

Para alcanzar una mejora en el estado nutricional y evitar enfermedades relacionadas con la alimentación, las organizaciones internacionales han recomendado varias estrategias. El etiquetado nutricional es una de las herramientas propuestas por las políticas de salud pública para promover la apuesta por dietas saludables y ya está regulado por la Unión Europea.

UNA ETIQUETA OFICIAL INEFICAZ

En noviembre de 2018 el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social anunció la adopción oficial de etiquetado de productos alimenticios bajo el sistema Nutri-Score. Este tipo de etiquetado se ha comenzado a emplear también en Francia y Bélgica y actualmente está bajo discusión para ser adoptado por otros países europeos.

Teóricamente, el Nutri-Score permite a los consumidores evaluar en el momento de la compra la calidad nutricional de los alimentos y también promueve que las compañías fabricantes mejoren la composición nutricional de sus productos alimenticios. No obstante, deja fuera de consideración parámetros nutricionales básicos que impiden comparar debidamente los productos.

DEFICIENCIAS NUTRICIONALES EN LA INFANCIA, UN PROBLEMA DERIVADO

Entre las grandes preocupaciones por las consecuencias de este etiquetado se encuentran las posibles carencias nutritivas que se transmitan a los más jóvenes.

Hoy en día, nos enfrentamos a una serie de nuevas modas en la alimentación que hacen que algunos padres sustituyan, por ejemplo, la leche por bebidas vegetales en los niños como si estas fuesen intercambiables, pero lo cierto es que su contenido en muchos nutrientes es inferior.

Debido a los parámetros que comprende, el sistema de etiquetado de Nutri-Score apoya este tipo de elecciones, pese a que los efectos del mal uso de estas bebidas están ya muy bien documentados e incluyen, entre otros, una disminución del crecimiento y deficiencias nutricionales que podrían desencadenar en problemas óseos como el raquitismo.

Por si esto fuese poco, Nutri-Score puntúa peor los productos lácteos frente a estos ultraprocesados, pese a que está demostrado que el consumo de leche en los niños aumenta su crecimiento y, es más, en el caso de la leche entera, se ayuda a disminuir la obesidad infantil gracias a las grasas que contiene.

NUTRI-SCORE VS. NOVA

Ante sus obvias deficiencias, recientemente un grupo de científicos españoles ha publicado en la revista Nutrients el trabajo ‘Two Dimensions of Nutritional Value: Nutri-Score and NOVA’ (Romero Ferreiro, C.; Lora Pablos, D.; Gómez de la Cámara, A., 2021), un estudio cuyo objetivo es la comparación de la clasificación de alimentos del mercado español desde la base de datos Open Food Facts usando dos sistemas: Nutri-Score (que, como ya sabemos, pone el foco en los nutrientes) y NOVA (el cual está más centrado en ayudar a prevenir la malnutrición asociada con enfermedades como la obesidad mediante la concienciación sobre el grado de procesamiento de los alimentos consumidos).

Se buscaba así detectar los productos ultraprocesados que están mal clasificados por el Nutri-Score. Entre los resultados obtenidos, destacan los siguientes:

  • El 26 % de los alimentos clasificados como “A” son ultraprocesados.
  • El 51,4 % de los alimentos clasificados como “B” son ultraprocesados.
  • El 59 % de los alimentos clasificados como “C” son ultraprocesados.
  • Mientras tanto, productos de primera categoría, como las sardinas, el jamón o el queso, no pasan de las clasificaciones “D” y “E”.

¿CUÁL ES LA CONCLUSIÓN?

Señalan los autores de este trabajo que es evidente que el grado de procesado y la calidad nutricional de los alimentos cubren dimensiones diferentes y complementarias y, debido a los parámetros que abarca, todas las categorías de Nutri-Score terminan incluyendo alimentos ultraprocesados (al menos un 26 % de los alimentos de cada categoría).

Así pues, la información proporcionada por Nutri-Score es incompleta y falla a la hora de identificar todos los alimentos no saludables. Por esta razón, el etiquetado del grado de procesado de los alimentos aplicando las clasificaciones NOVA, o incluso la SIGA, deberían complementar el Nutri-Score para capacitar realmente a los consumidores si lo que se pretende es que puedan llegar a tomar mejores decisiones.