ENTREVISTA | MANUEL MORALES (OCEVA SC)

“Se espera que posibles reinfecciones de EHE sean más suaves”

El responsable de la sección de vacuno del equipo veterinario deOceva SC, Manuel Morales, intervino en la última edición de la Jornada Africor Lugo-Vaca Pinta tratando las perspectivas relativas a la enfermedad hemorrágica epizóotica (EHE), una dolencia que está centrando las preocupaciones de ganaderos y veterinarios en España durante los últimos meses. Ver más en Vaca Pinta 46.

¿Cómo ha sido el proceso de documentación y estudio de la enfermedad hemorrágica epizóotica?

Lo cierto es que esta afección nos pilló de forma inesperada en el mes de agosto del año 2023. Habíamos oído hablar de ella, pero no contábamos con que iba a tener tanto impacto sanitario y económico en nuestras explotaciones.

A raíz de lo ocurrido, desde la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España (Anembe), nos pareció conveniente hacer unas jornadas en Talavera de la Reina, que se desarrollaron en octubre con el objetivo de poner en común todas las experiencias que habíamos tenido los veterinarios que nos dedicamos al vacuno en España.

En estas reuniones llegamos a la conclusión de que el problema era más grave de lo que pensábamos. Además, creíamos que las administraciones estaban infravalorando la situación y allí surgió un documento de consenso, que es un poco de lo que hemos hablado en la ponencia.

Definías en tu intervención a las vacas como “infinitamente tristes” a la hora de hablar de las características la enfermedad. ¿Cómo afecta la EHE a los animales?

Todos los que nos dedicamos al vacuno de leche sabemos identificar una vaca enferma porque tiene unos síntomas muy característicos (bajada del consumo, se aparta del rebaño, etc.). En este caso, y puesto que es una enfermedad vírica que produce mucha fiebre e incluso fallos multiorgánicos, las vacas están muy deprimidas y dejan de comer y de beber porque tienen mucho dolor. A veces, también están mucho tiempo acostadas porque les cuesta mucho caminar, por eso las defino como “vacas infinitamente tristes”, ya que es lo que realmente sientes cuando las miras.

¿Afecta de la misma manera a todas las vacas?

No. No se sabe exactamente por qué, pero parece ser que es por la respuesta innata que tienen los organismos frente a este virus y que está mediada por el interferón. Esta es una sustancia de defensa y de inmunidad innata, que se encuentra en algunas especies, razas o incluso en individuos. Sabemos que el virus tiene la capacidad de saltar esta barrera de una forma más fácil que en otras razas o ejemplares más mayores. Esto es lo que define la gran variabilidad que hay entre unos animales y otros.

¿Podemos hablar ya de datos en cuanto al impacto económico y sanitario que va a tener esta enfermedad?

Cuantificarla es muy complicado porque, entre otras cosas, depende de la manera de proceder cada Administración. En general, lo que se ha hecho ha sido que en las unidades territoriales y en las unidades veterinarias, una vez que ha salido un caso positivo, la Administración determinó que todos los sospechosos iban a contabilizar como tal. Entonces, yo creo que los datos oficiales que tenemos no son reales, pero no me atrevo a decir si hemos tenido más incidencia de la que realmente se ha declarado.

¿Se le está dando la importancia que tiene desde la Administración?

Desde que apareció, en noviembre de 2022, las administraciones la han definido como “una enfermedad banal y limitante”, que se pasa en dos semanas. En nuestra opinión, desde luego, no es así.

Como comentaba en la charla, desde el punto de vista de la medicina de la producción es una enfermedad grave porque produce altas pérdidas económicas y, de forma individual, en algunas granjas también ha producido alta mortalidad. Por lo tanto, yo creo que la Administración tiene muchas cosas que hacer, se debería tomar un poco más en serio y, sobre todo, informar y formar más al sector sobre una enfermedad que, como decía, nos ha cogido a todos de imprevisto.

¿A qué se debe que Zamora haya sido una zona especialmente afectada?

Es debido a los casos clínicos que hemos tenido y también a los datos oficiales que se han publicado. Esto no quiere decir que sea la provincia más afectada realmente, pero sí es verdad que, según los datos que manejamos y la experiencia de nuestro equipo de veterinario, es una enfermedad que nos ha sorprendido a todos por su virulencia.


“Desde el punto de vista de medicina de la producción, la EHE es una enfermedad grave porque produce altas pérdidas económicas”

¿Cómo de graves son las secuelas en lo que se refiere a bajadas de fertilidad?

Cuando hablamos de EHE, no debemos decir que sea una enfermedad que se pase en dos semanas. Hay que evaluarla cuando han pasado meses. De hecho, nosotros en las granjas en las que el EHE apareció en agosto y septiembre todavía seguimos teniendo bastantes secuelas. Estas están, sobre todo, asociadas a mortalidad neonatal, abortos, reabsorciones y bajadas de fertilidad, principalmente en los machos.

Además, como es una enfermedad que afecta a muchos órganos, hay algunas vacas que no se han logrado recuperar desde el punto de vista digestivo, pulmonar, etc.

¿Cómo se puede prevenir el contagio?

La prevención es compleja, porque lo que podemos hacer en lo que respecta a la granja y al sector, sería sobre todo insistir en el manejo, porque el virus no tiene tratamiento, al igual que otras enfermedades víricas.

Tenemos que intentar tratar a la vaca, que empiece a comer y a beber lo más rápido posible, pero, mientras no tengamos una vacuna, luchar contra el virus es muy difícil. A través del viento y del vuelo, el mosquito transmisor está colonizando nuestra granja, con lo cual lo único que podemos hacer es intentar limitar las picaduras a nuestros animales.

La higiene, el orden en la explotación, las medidas de bioseguridad y la presencia del lazareto donde podamos aislar a las enfermas son medidas adecuadas e interesantes para la prevención de la EHE.

¿Qué mensaje de tranquilidad les podemos transmitir a los consumidores en referencia a la EHE?

A los consumidores hay que decirles que es una enfermedad que no se transmite al ser humano en absoluto ni tampoco a través de los productos que producen las vacas, tanto la carne como la leche.

Otro mensaje de tranquilidad es para los ganaderos, porque en las zonas endémicas donde ha aparecido la enfermedad se ha detectado que produce inmunidad. No sabemos cuánto dura a largo plazo, pero sí que es cierto que, por la experiencia que se tiene en el norte de los Estados Unidos, en Japón o en Israel, parece ser que, en posibles reinfecciones en años venideros, la agresividad y las patologías que aparezcan se estima que pueden ser un poco más suaves.