El modelo de producción europeo da alas a la internacionalización del lácteo

La leche y otros lácteos, como el yogur o el queso, producidos en Europa, despiertan un creciente interés en los mercados internacionales gracias en buena parte tanto a su calidad como a las exigentes normas de seguridad, trazabilidad, compromiso medioambiental y bienestar animal. Así lo reconocen expertos de referencia, que animan al sector lácteo a continuar por este camino, en beneficio del consumidor y del planeta; entre ellos, el ingeniero agrónomo Tomás García Azcárate.

Tal y como explica, algunas producciones agrarias son la columna vertebral sobre la que está construida la agricultura europea. Es el caso de la producción láctea y de los ganaderos de leche, en importantes regiones de todos los Estados miembros de la Unión. "Las normas y reglas de producción en Europa son las más rigurosas del mundo, tanto en lo referente a la calidad higiénico-sanitaria de la leche y su sabor como al bienestar animal y la protección del medio ambiente", ha subrayado.

En este sentido, recuerda que China ha recurrido a la leche europea cuando ha tenido problemas de seguridad alimentaria con sus producciones infantiles en el pasado, mientras que en todo el mundo se valora de forma creciente a los quesos europeos cuando se quieren regalar alimentos con sabor, originalidad y con plenas garantías. "Nos respaldan cada día en todo el mundo millones de consumidores que escogen nuestros alimentos lácteos. Tenemos un tesoro y no siempre somos plenamente conscientes de ello", añade el experto.

Desde InLac, remarcan los avances, logros y retos para cerca de 18.400 productores lácteos del país y los 1.500 centros autorizados para la recogida y la transformación. "Disfrutamos de un sector lácteo puntero y pionero en innovación, que apuesta además de forma decidida por la mayor internacionalización. Tenemos que aprovechar las oportunidades de mercado que se están abriendo", han especificado.