TRÁFICO LIBRE Y MAYOR EFICIENCIA

Modernidad e innovación con dos Lely Astronaut A5 en Laguna Man

La ganadería familiar Laguna Man se sitúa en el ayuntamiento de Monasterio de Vega, provincia de Valladolid. En la actualidad es regentada por Álvaro Martínez que recientemente adquirió dos robots de ordeño Lely Astronaut A5 para mejorar el negocio. Más en Vaca Pinta 48.

En esta granja se introdujeron en el mundo del ordeño robotizado con un A5 en noviembre de 2023; tiempo después, en julio de este año, instalaron otra unidad. Disponen de 280 animales en total, de los cuales ordeñan en los A5 a 120, con una media de producción de 41 kg/vaca/día. El número de ordeños diarios es de 2,9 a día de hoy, aunque por momentos superan la cifra de 3. En cuanto a calidades, la media de grasa es de un 4 % y la de proteína, un 3,50 %. El recuento de células somáticas se sitúa entre 150.000 y 200.000 céls./ml.

El aumento de la producción con respecto a la sala tradicional que tenían previamente ha sido de entre unos 3 y 4 litros por vaca y día en tan solo unos meses. Héctor Garcinuño, gerente de Lely Center Ávila, afirma que, con el paso del tiempo, es probable que ese dato siga mejorando, cuando el rebaño esté asentado del todo.

Los inicios de esta granja familiar se remontan a los padres de Álvaro, que poseían en el pueblo una pequeña ganadería con unas 30 cabezas. Hace 18 años que ampliaron el tamaño de la explotación y la trasladaron a la ubicación actual.

Ya por aquel entonces barajaban la posibilidad de implementar un robot de ordeño. Esperaron al mejor momento, que llegó en la actualidad, por problemas de mano de obra y de acumulación de trabajo, tal y como narra Álvaro Martínez, el cual añade que “personalmente, hacía ya seis o siete años que tenía claro que había que hacerse con un robot de ordeño”.

EL CAMBIO AL ORDEÑO ROBOTIZADO

El joven Álvaro tomó las riendas de la explotación familiar y se convirtió en la nueva generación de Laguna Man. Con ello, decidió dar el paso al ordeño robotizado, una inversión para el negocio que permitirá su continuidad en un futuro a través de sus hijos.

Los principales motivos que llevaron al propietario a optar por el ordeño robotizado fueron los problemas de mano de obra y, también, la intención de llegar a tres ordeños diarios de media. “Queríamos llegar a tres ordeños porque estas vacas, gracias a su alta calidad genética, tienen un gran volumen de producción y para nosotros es importante. Ya casi ni se encuentra mano de obra para hacer dos ordeños, así que para llegar a tres es inviable”, aclara el ganadero.

“He adquirido los robots sin ningún tipo de subvención. Yo creo que se puede amortizar con el aumento de producción y con el ahorro de mano de obra en unos siete u ocho años como máximo”, razona Martínez. En un futuro su intención es hacerse con otro A5 más.

UN PROCESO DE ADAPTACIÓN EXCELENTE

La adecuación de los animales al ordeño robotizado fue extraordinaria. En diez días las vacas ya entraban solas al robot: “Fueron cinco o seis días difíciles, pero al séptimo u octavo ya arrancaron. Llegamos a unas cifras de entre 2,9 y 3,1 ordeños diarios de media por animal en unos quince días”, narra el propietario.

El tiempo que dedican los trabajadores al momento del ordeño es alrededor de unos veinte minutos por turno y por cada dos robots. El ganadero lo explica: “En ese periodo de tiempo metes los retrasos. Hay días que incluso, en la nave de las novillas, no ha habido ninguno”. En el sistema tradicional de ordeño que tenían antes empleaban sobre tres horas al día por la mañana y por la tarde, es decir, seis en total. En la actualidad, con una hora para los robots al día, ya está el trabajo del ordeño finalizado.

Con respecto a por qué escogieron Lely en contraposición a otras opciones existentes en el mercado, Álvaro cuenta que lo tenía claro desde hacía tiempo: “Ya había visto los robots de Lely trabajar y los otros no me cuadraban por su funcionamiento. En Lely el brazo está debajo del ejemplar, lo cual es muy importante para mí. Así mismo, destaca su servicio técnico, con un gran apoyo: siempre que he necesitado algo, en una hora o menos ya he tenido respuesta y solución”. En este sentido, añade que los FMS se acercan frecuentemente a la granja para ayudar en lo necesario.

MEJOR GESTIÓN DEL TRABAJO Y VENTAJAS DEL TRÁFICO LIBRE

Cuando el empleado que tiene contratado no está, el propio Álvaro, gracias a los robots, puede realizar él solo todas las tareas de la ganadería en ocho horas sin problema.

Con los robots han percibido mejoras a la hora de compaginar la vida familiar con el trabajo. “Ese avance ha sido muy positivo; así puedo disfrutar más de mi familia”, manifiesta el gerente del negocio.

Acerca del tráfico libre de los animales que desde Lely siempre se defiende, el propietario de la granja se siente realmente satisfecho: “Para mí es increíble lo a gusto que están las vacas. Se levantan y van cuando quieren; una maravilla”. Garcinuño declara que, si las vacas están felices, el ganadero también.

LA GENÉTICA DE LOS EJEMPLARES

Para Álvaro es clave que su rebaño posea una alta calidad genética. Durante muchos años y pensando en los robots han tenido en cuenta varios aspectos en sus ejemplares: unas ubres y pezones bien colocados, buenas patas y fortaleza, óptima conformación para el robot y alta velocidad de ordeño: “Estamos entre 3,8 y 4 litros por minuto”, apunta el ganadero.

“En la actualidad, en cuanto a producción ya nos mantenemos bien. Ahora buscamos mejorar ubres, patas y la estructura de la vaca, principalmente. Queremos animales duraderos y con buena producción”, expresa Álvaro.

Finalmente, el gerente de la granja asevera que el futuro de las ganaderías pasará por robot, tanto por la problemática actual de la falta de mano de obra como por lo bien que está el ganado con este sistema. “Hace años todavía había dudas, pero ahora el futuro de la robotización está asegurado”, concluye Martínez. 

LELY CENTER ÁVILA

Héctor Garcinuño es el gerente de Lely Center Ávila, que cubre toda la zona centro de España: Castilla y León, Madrid, Toledo y Cáceres.

“Nuestro Lely Center está estructurado en diferentes departamentos: ventas, coordinadores de proyectos, FMS, administración y servicio técnico”, enumera Garcinuño. Actualmente, poseen cinco bases técnicas en Castilla y León, en Madrid y Toledo, para poder cubrir toda la zona: “Buscamos siempre la cercanía del ganadero: que en menos de una hora o en hora y media estemos en las granjas”. Tienen dos sedes físicas, una en Valladolid y otra en Talavera de la Reina.

Su plantilla está compuesta por 38 personas y cada año viven un crecimiento aproximado de unos setenta robots, con lo cual van incorporando más personal –alrededor de 5 o 6 empleados anuales–. “Al final de este 2024 cerraremos el año con unos 300 robots”, relata el gerente.

Los productos de Lely que venden en el Center Ávila son el robot de ordeño –Lely Astronaut–, el arrimador de comida –Lely Juno–, el robot que aspira el estiércol en los pasillos de la nave y lo deposita en el foso –Lely Collector–, y el robot de alimentación automática –Lely Vector–.

“También disponemos de productos de higiene y de equipamiento de granja, como pueden ser los ventiladores”, finalizó Garcinuño.