La empresa portuguesa Fertiprado celebró en el pasado mes de julio una jornada en Galicia, en el ayuntamiento coruñés de O Pino, para presentar sus últimas novedades y abordar la situación de sus productos en el mercado. Varios técnicos de la empresa nos explicaron su apuesta por producir mayor digestibilidad con menor huella de carbono y ganaderos y distribuidores compartieron su propia experiencia. Más en Vaca Pinta 47.
Fertiprado ha sido pionera en apostar y desarrollar desde los años 90 mezclas biodiversas ricas en leguminosas y es ahora cuando el mercado se centra en este tipo de productos por motivos de eficiencia económica y sostenibilidad.
Gracias a toda su trayectoria, Fertiprado va por delante y sus mezclas ya están avaladas por muchos años de investigación y desarrollo. “El futuro de Europa camina hacia la neutralidad carbónica y en Fertiprado llevamos trabajando en este sentido muchos años”, indica Joel Presa, director de Estrategia de Fertiprado.
En cuanto a sus ventajas, destacan tres grandes beneficios: la oxigenación del suelo, la mejor digestibilidad para la alimentación de los animales y el ahorro económico para los ganaderos. Según indica Carlos Garrido, técnico de Fertiprado: “Las mezclas con leguminosas fijan de forma natural nitrógeno al suelo, lo que nos permite reducir la aplicación de abonos nitrogenados, y aportan más digestibilidad a las raciones, al contener niveles mayores de proteína. Así logramos mejorar la rentabilidad económica de nuestras granjas”.
El impacto positivo de estos productos en los suelos es un hecho y, de esta forma, Fertiprado está ayudando a los ganaderos y al sector en general a cumplir con las normas europeas de reducción de la huella de carbono y a realizar rotación de cultivos con maíz bajo las directrices de la Política Agraria Común. “Los suelos más sanos y estructurados, las plantas con flores en primavera, el ahorro en abonos y las menores necesidades de soja en las raciones permiten aumentar la productividad de las ganaderías cumpliendo con las normativas ambientales”, subraya Presa.
ALTOS NIVELES DE FIBRA
Las mezclas biodiversas de Fertiprado, con más de un 51 % de leguminosas, son el complemento perfecto para los silos de maíz, ya que, cuando se incluyen niveles de fibra correctos en las dietas de los rumiantes, su funcionamiento será perfecto. “La gran mayoría de los problemas en las granjas de leche son consecuencia de la falta de fibra, por ello es muy importante que los ganaderos valoren bien la conservación de los silos, pero también los niveles de fibra con los que están trabajando”, asegura Garrido.
MEJORA CONTINUA
Para poder colocar en el mercado mezclas lo más adaptadas posible a las necesidades de los ganaderos y a las alteraciones climáticas, Fertiprado da mucha importancia a su departamento de investigación, en el que realizan un trabajo continuo de selección y desarrollo de variedades.
Su directora, Ana Barradas, cuenta que, además de dedicarse a los pastos, los forrajes y las cubiertas vegetales, están muy centrados en la protección del suelo. “Hemos sido precursores en la inoculación de semillas con risobio y hoy trabajamos también microorganismos distintos, como los solubilizadores de fósforo, que son muy importantes para conseguir los recursos que tenemos y a veces no los estamos aprovechando”, destaca.
AL LADO DEL GANADERO
El desarrollo de sus productos no tendría sentido sin una aplicación práctica en el sector y, en este sentido, Fertiprado no solo vende sus mezclas de semillas, sino que facilita un asesoramiento y un seguimiento técnico para el manejo de todos sus productos.
“De la mano de los ganaderos valoramos qué producto se adapta mejor a las necesidades de cada negocio, recomendamos cómo manejar cada mezcla en función del tipo de suelo y buscamos el mayor beneficio para nuestros clientes”, finaliza Garrido.
EXPERIENCIAS CON FERTIPRADO
UNA ALTERNATIVA SOSTENIBLE PARA LOS NUEVOS FORRAJES
La participación de Fertiprado en diversos proyectos de investigación les ha permitido comprobar que sus semillas son un recurso adecuado para mejorar la calidad del suelo y reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Uno de ellos es el proyecto SoilLife1st, cuyos objetivos están ligados a restaurar la capacidad productiva de los suelos, garantizar una mayor disponibilidad de agua y aumentar la capacidad de resistencia de los ecosistemas.
La profesora María do Ceu Godinho, de la Escuela Superior Agraria de Santarém, que forma parte de esta iniciativa, destaca que “las mezclas de Fertiprado con leguminosas favorecen el enriquecimiento en biodiversidad, ayudando al agricultor a alcanzar una lucha biológica natural contra patógenos y plagas, y una mayor calidad de la superficie”.
En esta línea, el investigador del CIAM César Resch coordina, en colaboración con ClieNFarms, otro proyecto con el que pretenden mejorar la gestión del CO2 en ganaderías y medir las emisiones de cualquier tipo de actividad agrícola tanto en Europa como en Nueva Zelanda.
“Vemos que a través del cultivo de leguminosas se incrementa la cantidad de proteína por ración, lo que disminuye la necesidad de nitrógeno de síntesis y ayuda a menguar la contaminación de las granjas”, resume Resch.