MODELO LELY DE GRANJAS XL

La filosofía Lely para el ordeño en grandes explotaciones (III): la alimentación en el robot de ordeño

La tecnología ha revolucionado la forma en que operan las granjas lecheras en los últimos años y, en este sentido, uno de los aspectos más impactantes es la alimentación de las vacas en un entorno con sistemas de ordeño automatizado, tema abordado en Vaca Pinta 40. Los robots de ordeño Lely Astronaut no solo han transformado la manera en que se extrae la leche, sino que también han impulsado una nueva era de alimentación precisa y personalizada para las vacas. 

Una de las claves para que un robot de ordeño funcione a la perfección, es decir, que las vacas acudan de forma regular a ordeñarse sin que el ganadero tenga que llevarlas o forzarlas a acudir a la cabina de ordeño, es la alimentación. 
El equilibrio alimentario entre lo que los animales comen en el pesebre y lo que comen en el robot es vital para el buen funcionamiento de una explotación láctea, pero es que además lo que busca una gran explotación, por norma general, cuando cambia a un sistema de ordeño automatizado, es mejorar el rendimiento de su negocio en cuanto a producción de leche, además de tener menos mano de obra y más bienestar y longevidad en su rebaño.



PMR FRENTE A TMR
Una buena ración para una explotación con sala de ordeño no suele ser una buena ración para una granja con robots. En la sala, las vacas son llevadas al ordeño, no incentivadas a ir en ningún momento, por lo que comen una serie de kilos de comida en el pesebre a lo largo del día antes de acudir a la hora indicada a ordeñarse. Cada vaca puede comer más o menos, sin tener en cuenta lo que produce, los días de leche en los que está, o su estado de salud. 
Todo el concentrado y alimento que ingiere a lo largo del día parte única y exclusivamente de lo que hay en el pesebre, es lo que se llama TMR (Total Mix Ration), buscando una ración única para todos los animales de la granja, sin importar las características individuales de cada vaca.
En cambio, con el robot de ordeño lo que se persigue es una alimentación basada en el PMR (Partial Mix Ration), o lo que es lo mismo, una ración más equilibrada y compensada vaca a vaca. Ese equilibrio se consigue en el pesebre, pero también en el robot, donde la vaca, aparte de ordeñarse, comerá ese pienso que le hará ganar más rendimiento lechero, lo que hará que incremente su producción, que estabilice más sus picos de lactación y que acuda con mucha más frecuencia al Lely Astronaut.

EL PIENSO EN EL ROBOT
No se trata de “quitar” pienso de la cornadiza para darlo en el robot. Se debe buscar un equilibrio. El pienso de la pesebrera acostumbra a ser diferente al que se utiliza en el robot: el primero suele tener más componentes proteicos y el del Astronaut es más energético. La vaca ha de poder mantenerse bien alimentada con la ración que come en el comedero, pero necesita un aporte extra de energía que tiene que buscar en el robot. 



Si las vacas cubren sus necesidades nutricionales en el comedero, su asistencia al robot se verá reducida, de ahí la importancia de tener una ración bien ajustada y animales que no estén saciados en el pesebre, ya que un desajuste conllevará un aumento en el trabajo del ganadero, que tendrá que llevar más vacas hacia el robot.
Es crucial cuidar la palatabilidad del pienso que suministramos en el robot. Sin el incentivo del suministro de concentrado en la máquina, la frecuencia de ordeño será baja y, sobre todo, variable. Es necesario incentivar a los animales para que acudan al robot de forma voluntaria con un concentrado bien formulado y que incorpore en su composición una selección de ingredientes con alta palatabilidad, siempre granulado con máxima durabilidad. 
Además, los robots de ordeño Lely Astronaut permiten la utilización de varios piensos diferentes, incluso líquidos. Podemos utilizar tres tipos diferentes de granulado y un corrector líquido gracias al Lely Titania. 
El concentrado en los robots Lely se reparte a través de sinfines que descargan el pienso en una tolva, que, a su vez, se deposita en el comedero por medio de un dispensador neumático. Ese dispensador en cada ciclo de trabajo suministra entre 50 y 70 gramos de pienso. Cada tipo de pienso debe ser calibrado para saber con exactitud la cantidad que suministra el dispensador. 
Gracias a esta manera de distribuir el concentrado, la vaca come el pienso poco a poco mientras está en el box de ordeño. Si la visita es interrumpida, o dura menos tiempo de lo que a esa vaca en concreto le suele llevar ordeñarse, no comerá todo el concentrado que tenía pautado, ya que, si no, lo que ocurriría es que este quedaría en el comedero y se desajustaría la fórmula para el resto de las vacas del rebaño.



PIENSO POR VISITA Y TABLAS DE ALIMENTACIÓN
El concentrado suministrado a cada vaca en el robot de ordeño depende de varios factores. El primero, la cantidad diaria programada para ese animal. El segundo, el tiempo transcurrido desde el último ordeño y la previsión de futuras visitas. El Lely Horizon realiza de forma automática el cálculo de concentrado para ordenarlo a través de cada ordeño, aunque siempre puede ser modificado por el ganadero, tanto en la propia pantalla del robot, de forma manual, como en el programa informático. 
En cuanto a las tablas de alimentación encontramos cuatro posibles procesos. El primero es la preparación para la lactación. Hay ganaderos a los que les gusta pasar a las vacas por el robot unos días antes de parir, sobre todo a las novillas, para que no desconozcan el sistema de ordeño. 
El segundo, el periodo con balance negativo de energía (periodo BNE), que va desde el día 1 tras el parto hasta el día 30. La alimentación en este primer mes va a ser independiente de la producción de la vaca y el concentrado se incrementará de forma progresiva y lineal.
El tercero, la lactación. Este periodo es el comprendido desde el pico de lactación, día 45 en adultas y 70 en primerizas (dependiendo de cada granja), hasta 20 días antes del secado esperado de la vaca. La cantidad de concentrado en este caso va exclusivamente en función de la producción láctea del animal, entendiendo que se le dará más pienso en el box a medida que su producción sea superior.
El cuarto y último proceso, el secado. Durante los 20 días previos al secado de la vaca, se le va reduciendo poco a poco la cantidad de concentrado que come en el robot para favorecer el secado y que luego no tenga ningún problema.