Las nuevas variedades de maíz desarrolladas por KWS y que ya están en el mercado suponen un gran avance en relación con los principales retos del cultivo. Así se demostró en la jornada MÁS KWS celebrada el miércoles en Valdefuentes del Páramo (León), donde la multinacional alemana mostró a más de 150 profesionales las variedades más adaptadas a los suelos y el clima de León, y también del conjunto de España.
“El material genético que llegará a medio plazo será aún mejor, así que podemos decir que el cultivo del maíz tiene muy buenas perspectivas en España”, recalcó el técnico Francisco Pérez, que fue el encargado de presentar algunas novedades del catálogo de la compañía, como el híbrido KWS Romero, un ciclo 450 que ofrece “excelente sanidad y productividad”.
También presentó el híbrido KWS Konfites, un ciclo 400 de excelente estabilidad y adaptabilidad a situaciones de estrés. Este híbrido es “realmente rústico, sin contrarrestar su altísimo potencial productivo”. Ofrece una planta equilibrada y muy sana, que le dota de gran resistencia a caída, y de una alta calidad de grano.
Para Felizia, la relación de KWS con los agricultores se basa en tres pilares: el respeto, entendido como honestidad, apoyo como acompañamiento al agricultor en su día a día, y prosperidad, “porque a nosotros solo nos irá bien si al agricultor le va bien”. De hecho, el principal objetivo de KWS “es satisfacer las necesidades de los agricultores, no solo a través de proveer semillas de alta calidad sino también acompañándolos desde la siembra hasta la cosecha”.