KWS aprueba con nota en Mouriscade, a pesar de los condicionantes de la última campaña

La compañía KWS desarrolló en las instalaciones pontevedresas casi veinte ensayos de variedades de maíz para analizar su comportamiento. Las circunstancias meteorológicas impidieron sacar conclusiones representativas, pero varios híbridos confirmaron sus buenas aptitudes ante los imprevistos del tiempo. Más en Vaca Pinta 51.

En la campaña de maíz 2024, KWS Semillas Ibérica sembró diecisiete variedades en las parcelas de Finca Mouriscade, entidad perteneciente a la Diputación de Pontevedra, situada en el municipio de Lalín. Con la intención de recibir una opinión externa sobre sus híbridos, la firma alemana llegó a un acuerdo con el centro público pontevedrés para estudiar sus distintas plantaciones.

“Escogimos Mouriscade por su tipo de analítica: es muy completa y nos permite tomar decisiones mucho más eficientes”, subraya Ángel Blanco, responsable regional zona norte.

Las semillas se eligen, según Blanco, “en función de los ciclos y de los parámetros más importantes: el sanitario, el analítico y el productivo. Priorizamos la resistencia a enfermedades de hoja y a distintas plagas, y siempre intentamos buscar variedades que se acoplen a cada zona”.

El laboratorio de Mouriscade utiliza las ecuaciones de predicción del americano Dairy One. Desde hace más de tres años, existe un acuerdo de afiliación entre ambas entidades. “En el caso de las muestras de KWS aplicamos el paquete de análisis NIR Plus con el que obtenemos unos resultados muy detallados”, destaca Sergio Soeiro, director de laboratorio de la Finca Mouriscade.

UN ANÁLISIS MINUCIOSO

El jefe de ganadería en Finca Mouriscade, Héctor Martínez, nos cuenta el proceso en campo llevado a cabo con KWS. “Planteamos ensayos de diecisiete variedades, con ciclos entre 200 y 500 y comprobamos cómo se comportaban en esta zona de O Deza. “Fuimos cortando a medida que finalizaba el ciclo de las plantas, las pesamos y, posteriormente, las analizamos. A pesar de los problemas meteorológicos, la planta se mantuvo con un stay green aceptable y la cantidad de maíz obtenida fue mucho mejor que en la cosecha anterior”.

Por su parte, Soeiro puso de manifiesto la metodología seguida en el laboratorio. “Los datos de nuestros informes son compatibles con el modelo de racionamiento de ganado vacuno conocido como Cornell. Estos estudios aportan una gran cantidad de información, pues además de incluir un análisis nutricional simple, centrado en humedad, materia grasa, proteína, cenizas, fibra bruta y neutra y ácido y lignina detergente, ofrecen conocimientos complejos sobre la caracterización de las fracciones”.

Con respecto a este último aporte, Soeiro se adentró en los diferentes segmentos. “En cuanto a la proteína analizamos la soluble, la disponible, la degradable en el rumen y la ligada a la fibra neutro detergente. En cuanto a la grasa valoramos el contenido de ácidos grasos presentes en la muestra y en el rumen.

En la fracción mineral medimos la disposición en calcio, fósforo, magnesio, potasio, cloro y azufre. Adicionalmente, en todos los parámetros nutricionales ofrecemos valores de digestibilidad: a diferentes tiempos, de la fibra neutro detergente y del almidón; profundizamos en diversos índices de conservación del ensilado y aportamos cálculos sobre el valor y la calidad relativa de forraje, junto con la cifra de leche por tonelada de la masa forrajera analizada”, explicó.

CONDICIONANTES DE LA CAMPAÑA 2024

Las intensas lluvias en los momentos idóneos de la siembra y de la recogida, junto con el fuerte viento, modificaron la cosecha del maíz en el último año. Además, tal y como comenta Martínez, “aquí, el clima se caracteriza por el frío, lo que supedita el crecimiento vegetativo de la planta”.

Las bajas temperaturas obligan a realizar solo un corte rotacional antes del maíz, tanto si es raigrás como cebada. “En mayo no dejó de llover. Nos retrasó la siembra un mes”, relata, a la par que añadió que “en el verano llovió poco y cuando teníamos que recoger, la cola del Kirk nos tumbó la cosecha”.

“Independientemente de todos los condicionantes, el maíz se comportó razonablemente bien”, indica Martínez. “Nos permitió ver la respuesta de las variedades ante los encharcamientos y el volcado”, continúa Ángel Blanco, ya que para KWS “son parámetros que nos importan mucho. Además de visualizarlos, obtuvimos las analíticas tras el crecimiento con esos limitantes”.

El responsable regional en la zona norte tiene claro que “no es la campaña a partir de la que vamos a tomar las decisiones finales, pero nos ayuda. Si dudamos entre distintos híbridos, escogemos los que sabemos que son más resistentes. El cómputo global de los resultados de estos años nos da una idea de lo que queremos y hacia dónde vamos”.

VARIEDADES DE MEJOR COMPORTAMIENTO

“Dentro de las variedades comerciales ya disponibles en el catálogo, las de mejor comportamiento en Mouriscade han sido, en FAO 400, Inteligens; en ciclos más cortos, Kidemos y Kompetens y en FAO 500, 3563 y 5581. Estas últimas poseen una altura mayor y las mazorcas son más grandes, pero respondieron bien en cuanto al volcado ante los días de mucho viento”, incidió Blanco.

“Para seguir mejorando nos fijamos principalmente en la digestibilidad de la fibra y del almidón, de la cantidad de energía que podrían aportar a la ración. Además, intentamos mejorar en otro tipo de parámetros como la resistencia a enfermedades”.

A parte de los ensayos, “sembramos siete hectáreas del híbrido Selecto, que tiene un ciclo de 450, y los rendimientos fueron muy aceptables”, añade Martínez.

LOS RETOS DE KWS

En plena campaña de 2025, KWS es consciente de las actitudes que valoran sus clientes. “La cercanía y la confianza son fundamentales. Tratamos de estar presentes, no solo con genética de calidad y mejores variedades en rendimiento, sino también con el acompañamiento al agricultor a lo largo de todo el ciclo del cultivo”, comenta Manuel Areco, director general KWS para España y Portugal, al tiempo que señala que “somos la marca número uno en maíz para silo en España”.

“Desde hace varios años implantamos programas de mejora propios para España y Portugal, con variedades que son testeadas a lo largo de diferentes ambientes locales”, detalla Areco, que subraya que “más del 20 % de nuestras ganancias se reinvierten en investigación y desarrollo. La previsión en los próximos cinco años es aumentar esa dotación y destinar en torno a un 30-35 %. Estamos mejorando y queremos cumplir las expectativas de nuestros clientes”.