La firma holandesa Lely organizó una jornada de puertas abiertas a mediados de abril en la granja Abrita, ubicada en Portomarín (Lugo), para mostrar las prestaciones del Lely Astronaut A5; en esta explotación disponen de cuatro desde hace ya casi tres años, con resultados satisfactorios. Más en Vaca Pinta 45.
La familia de Abrita abrió las puertas de su ganadería a todo el que estuviera interesado en conocer el funcionamiento del Astronaut A5 en un evento llevado a cabo por Lely. Manuel Rodríguez, uno de los socios, se oponía totalmente a los robots en el pasado, “pero al final he acabado con cuatro de Lely en esta granja”, –confesó–, “me di cuenta de las necesidades que había en el negocio, mis padres iban llegando a cierta edad y vi que era lo que debía hacer: cambiar de sala a robots”.
Actualmente ordeñan a unos 230 animales y consiguen alrededor de 10.000 litros diarios. Cabe destacar el aumento de la media de producción en los últimos años, ya que, poco después de implementar los robots, obtenían una media de 38 litros/vaca/día, un dato que ha ido incrementándose hasta llegar a la cifra actual de 42 litros/vaca/día.
NUEVAS INSTALACIONES, NUEVO TIPO DE ORDEÑO
Hace tres años, en octubre de 2021, inauguraron una nueva nave, momento en el que dieron el paso para robotizar su explotación. Rodríguez explicó que desde entonces y hasta ahora el modo de llevar a cabo las tareas ha cambiado mucho, sobre todo con respecto al volumen de trabajo físico. “Son animales y hay que estar con ellos, pero es cierto que antes tenías que estar aquí sí o sí y ahora puedes cambiar las horas y adaptarte mucho mejor”, expuso.
Antes de ampliar las instalaciones, hicieron una investigación previa con la finalidad de obtener los mejores resultados. Optaron por pasillos amplios y eligieron las camas que creyeron que serían más cómodas para el ganado: “Tenemos camas de carbonato con serrín, con una pendiente asequible a la vaca, así que los animales se levantan y se acuestan muy fácilmente. No les ves nunca las rodillas hinchadas”, apuntó el socio.
Esta nueva nave sobresale por su altura, luminosidad y ventilación, y consta de dos parques diferenciados, tal y como contó Pablo Cachafeiro, delegado comercial de Lely en Pontevedra, Ourense y sur de Lugo. Los robots están colocados en forma de L, cola con cola, en la cabeza de los lotes. “Comparten un área de separación y se garantiza un gran espacio delante de las máquinas. El agua está muy cerca de la salida de los animales”, narró Cachafeiro.
Lo que buscaban, en general, era el confort de la vaca y mejorar el trabajo de los ganaderos, metas ya alcanzadas a día de hoy. Además de los Astronaut, poseen el programa de gestión Lely Horizon, el arrimador de comida Lely Juno Flex y dos rascadores de la firma holandesa.
DEFENSORES DEL TRÁFICO LIBRE
“Las vacas van a su aire. Entran cuando quieren y no hay que andar metiéndolas en el robot ni corriendo detrás de ellas. Unas van cinco veces y otras, dos”, comentó el socio de la granja sobre la combinación del tráfico libre con los Lely Astronaut A5.
“Conseguimos que vayan solas a ordeñarse sin necesitar mucha mano de obra. No olvidéis que nosotros llevamos el ordeño a las vacas, y no las vacas al ordeño. Hay que dejar que las vacas sean vacas y que ellas decidan lo que quieren hacer”, puntualizó el delegado comercial.
De este modo, el ganadero también indicó que apenas tienen retrasos, que los animales están muy tranquilos y que han aumentado la producción en seis litros más por vaca y día en comparación a los datos que reflejaban hace años. Otro punto positivo que añadió con respecto al tráfico libre es que han percibido una mejoría muy importante en la recría. “Nunca ves una ubre llena ni a novillas tirando la leche”, resaltó.
Pablo Cachafeiro insistió en que desde Lely buscan que los animales estén tumbados el máximo tiempo posible: “No creemos en sistemas que fuerzan a los ejemplares a estar mucho tiempo de pie e interrumpiendo su dinámica natural, que dependen de mano de obra para llevarlos dos o tres veces al ordeño. El tráfico libre es lo mejor para las vacas y para el ganadero”.
“Cuanto más cómodas estén las vacas y mejor sea el manejo, más produciremos. No estábamos acostumbrados a los robots y, gracias a Lely, estamos mejorando en el bienestar de la vaca, lo que desemboca en que nuestra producción vaya aumentando con los meses”, afirmó el socio de Abrita.
Alberto Sánchez, responsable de ventas y marketing en Lely Center Los Corrales, destacó asimismo la importancia de la eficiencia y la sostenibilidad. Desde la compañía quieren que al ganadero le vaya bien y tienen en cuenta el cuidado del planeta: “Queremos que estas vacas sean más longevas. Van a producir más leche, necesitaremos menos recría y, en consecuencia, seremos mucho más sostenibles. Todo ello lo conseguimos con el tráfico libre”.
LA RUTINA DE TRABAJO Y EL FUTURO DE LA GANADERÍA
Con los cuatro Lely Astronaut A5, los empleados solo dedican tres horas al día al ordeño: una hora y media por la mañana, y otra hora y media por la tarde. Durante este periodo de tiempo, atienden a las vacas enfermas, las inseminaciones, los primeros ordeños y los animales en retraso: “Comparado con un sistema en el que se llevan los ejemplares a ordeñar tres veces al día, sin duda supone un gran ahorro de mano de obra”, manifestó el delegado comercial.
Desde un primer momento, la idea de los socios de Abrita era llegar a instalar una quinta unidad del Astronaut; próximamente esto se hará realidad con la implementación de un nuevo robot, que les ayudará a seguir prosperando y avanzando en la producción y en el crecimiento del negocio.
“Con el tráfico libre y con el ordeño robotizado el rebaño está más contento y pierde menos el tiempo. Recordad que todos ganamos: el ganadero, las vacas y el planeta”, concluyó Cachafeiro.