Jordi Erra es el propietario de la ganadería Can Soca, que se sitúa en Calldetenes, comarca de Osona y provincia de Barcelona. En esta explotación, que es reconocida dentro del sector por su frecuente presencia en concursos morfológicos, disponen de dos robots Lely Astronaut A5 desde hace ya dos años. Os lo contamos en Vaca Pinta 41.
Los robots de ordeño A5 son una apuesta clara para muchas explotaciones de toda la península ibérica. Un ejemplo de ello es la de Jordi Erra, único propietario de Can Soca, en Calldetenes, comarca de Osona (Barcelona). Hace dos años que adquirió dos A5.
Erra dispone de 240 cabezas –100 terneras y 140 vacas–, de las cuales hay 110 en ordeño. Actualmente produce una media de 42 litros/vaca/día, aunque este verano, con el excesivo calor, ha notado un pequeño descenso. En cuanto a calidades, se encuentra en un 3,30 % de proteína y en un 3,70 % de grasa. Para llevar a cabo todas las tareas de la granja, cuenta con la ayuda de varios trabajadores.
LOS INICIOS: EL PRIMER ROBOT Y SALA
Cuando en Can Soca se decidió comprar el primer A5, compaginaron durante un tiempo el ordeño en robot con el de sala, ya que el número de ejemplares era demasiado elevado como para poder gestionarlo con una sola unidad del Astronaut.
Ya desde el principio, Erra notó rápidamente que la producción de leche iba en aumento con este nuevo sistema, que no bajaban de 3 ordeños en ningún momento y que conseguían llegar incluso a una media de 3,4. “Alcanzamos los 45 litros/vaca/día en pleno verano. Es cierto que por aquel entonces teníamos buena comida y en estos últimos años no es así debido a la sequía”. Comenzaron con 50 vacas en robot, pero gracias a las buenas sensaciones y a los resultados que estaban observando, pronto aumentaron la cifra a 75. Poco después, decidieron instalar el otro robot.
EL TRÁFICO LIBRE, RAZÓN DE PESO PARA OPTAR POR LELY
Son varios los motivos por los cuales Jordi Erra adquirió estos robots y los beneficios que ha percibido a lo largo de estos años reafirman que su elección ha sido la correcta: “De momento va fantástico, muy bien. Te ahorras mucho trabajo”.
Erra explicó que uno de los aspectos más importantes por los que se decantó por Lely en contraposición a otras marcas y opciones fue el hecho de cómo funciona el Astronaut en el momento del ordeño: “Va siguiendo a la vaca: no importa si está más hacia delante o más hacia atrás; por tanto, la ubre la coge mucho mejor”. También destacó en positivo que a los animales no les aprieta para nada.
Otra de las causas por las que apostó por esta marca fue el tráfico libre. El propietario aseveró que no quería obligar a las vacas a que tuviesen que beber agua o comer para ordeñarse. “Todavía alucino cuando veo que, por ejemplo, están comiendo, ven el robot vacío, y de golpe van a ordeñarse solas. Van cuando quieren”, confesó. Además, apuntó que con este método no se genera ningún tipo de competencia entre ellas a la hora de ir al ordeño. “No se amontonan, es algo muy curioso”.
EL BIENESTAR DE LOS ANIMALES EN ÉPOCAS CALUROSAS
“En Lely siempre decimos que las protagonistas son las vacas y en los días de calor, que se puede llegar hasta los 40 ºC, tenemos que pensar qué podemos hacer por ellas”, expuso Guiomar Aguilar, Farm Management Support (FMS) de Lely.
Con el uso del collar, que mide diversos parámetros –entre ellos, el estrés–, en Can Soca pueden saber fácilmente cuándo actuar en épocas calurosas: “Nos proporciona información sobre aquellos ejemplares que requieren de nuestra atención al medir la dificultad respiratoria del animal”, indicó Aguilar.
Es muy importante que las vacas se sientan frescas y que no estén expuestas a altas temperaturas y en pleno sol, para así evitar que sufran de estrés por calor. La FMS lo explicó claramente: “Si tuviésemos que llevarlas a ordeñarse a un lugar externo, por ejemplo, a unos 100 metros en batch milking, estarían sometidas a muchísimo más estrés y podría haber bullying animal. Por tanto, la filosofía de Lely consiste en llevar el ordeño a las vacas, y no las vacas al ordeño”.
Durante el verano, el uso de ventiladores es importante para ayudar al enfriamiento, lo que se complementa con los principios de la compañía. “Lo que les conviene a las vacas es tener todo cerca, el ordeño incluido, y no tener que llevarlas lejos. Hay que pensar en los animales para que nosotros también consigamos unos buenos resultados. Lo que es mejor para la vaca va a ser siempre mejor para el ganadero”, aseguró la FMS.
Guiomar Aguilar manifestó que “en Lely creemos que hay que dejar a las vacas ser vacas. Son animales de rebaño y hay que intentar que estén lo más tranquilas posible”.
LA FIABILIDAD, OTRO ASPECTO CLAVE
“Para nosotros, como marca, el robot siempre ha de tener cero fallos o menos de cinco. Es la misma máquina en todas las partes del mundo y las vacas siempre son vacas”, relató Unai Etxaiz, delegado de ventas de Lely en el País Vasco, Navarra y Cataluña.
Jordi Erra está satisfecho con la fiabilidad de sus A5: “Aquí llevaba muchísimo tiempo sin tener ni un fallo. Hoy tuvimos uno por el exceso de calor, pero ha sido algo excepcional”. El propietario resalta que ese animal que ha fallado volverá al robot un poco más tarde y se ordeñará igualmente: “No es necesario que vaya yo detrás de la vaca a conectarla”.
“Os invitamos a todos desde Cataluña a que conozcáis de cerca cómo es una ganadería Lely: os esperamos en Can Soca”, concluyó Camilo Gutiérrez, delegado de ventas de Lely en Cataluña.
UNAS VACAS DE CONCURSO
Can Soca participa habitualmente en concursos morfológicos. Por tanto, los ejemplares brillan por su alto nivel genético, lo cual se ve reflejado en que, por ejemplo, poseen un flujo de ordeño alto pero, al mismo tiempo, en muchos casos disponen de ubres difíciles de conectar y muy altas, o de pezones pequeños o invertidos. “Es increíble cómo el A5 se adapta a esto increíblemente bien en comparación con otros robots, que son más fijos”, contó el propietario de la ganadería.