¿Circulan bien mis vacas en el robot?

DANIEL PRADO
Key Account de Vacuno Lechero en De Heus 

Las granjas españolas optan cada vez más por la robotización de su ordeño y este cambio influye, como no puede ser de otra forma, en la alimentación y el manejo de sus rebaños.

Lo primero que debemos tener en cuenta es el número de animales atrasados que nos encontramos cada día. Si metemos las vacas retrasadas dos veces al día, está claro que, cuantas menos vacas haya que meter, será mejor. La recomendación es no superar el 10 % del total de animales en ordeño.

De lo contrario, no estaremos optimizando nuestro sistema de ordeño voluntario (AMS) y perderemos las ventajas para las que se diseñó el robot:

Mejora de la flexibilidad en el horario de trabajo y reducción del coste laboral. El cambio del estilo de vida, llevado a nuestro trabajo, ha hecho que los sistemas de ordeño tradicional se vean como una atadura en lo que a horarios se refiere y la dificultad para encontrar nueva mano de obra ha cerrado el círculo para dar un paso adelante hacia los AMS.

Mayor número de ordeños en aquellos animales más productores. El rango medio por unidad de ordeño está entre los 2,5-3,5 ordeños/vaca/día. Concentrar esos ordeños en el grupo de vacas más productoras y con mayor potencial productivo es el objetivo de cualquier sistema de ordeño robotizado.

Entonces, ¿por qué existen establos en los que se empujan vacas más de dos veces diarias y en los que se supera el 10 % de atrasadas con respecto al número de vacas en ordeño?

DETALLES EN LAS INSTALACIONES
El diseño de las instalaciones debería tener en cuenta puntos clave como son la amplitud de pasillos y de la zona de espera, la localización del robot, en cuanto a luz y a ventilación, y la salida y la entrada al AMS, que deberían ser adecuadas para que no haya problemas de jerarquías. De haberlos, los animales que más los sufrirían serían, sobre todo, las primerizas durante sus primeros 150 días en leche, por lo que el problema sería más serio de lo que parece, porque, como bien sabemos, la producción total de la primera lactación determina en gran medida las producciones en las siguientes lactaciones.

EVITAR EL ESTRÉS POR CALOR
Las cada vez más habituales altas temperaturas nos obligan a que las instalaciones también eviten en la medida de lo posible el estrés que sufren las vacas por ITH elevado (Índice Temperatura Humedad). La incidencia del estrés calórico sobre el tráfico de vacas al robot es muy elevada. El flujo de vacas al ordeño y el número de visitas a la cornadiza disminuye y esto provoca un descenso en el consumo de materia seca, por lo que la caída de producción en situaciones extremas es quizás más brusca que en establos con sala de ordeño.

SALUD PODAL Y ACIDOSIS
La salud del rebaño es otro punto clave. Por un lado, es muy importante controlar la salud podal para evitar la restricción de movimiento de los animales por dermatitis, panadizos, úlceras, etc. Por otro lado, las acidosis en los AMS son más profundas, pero con un concentrado de calidad y un buen manejo del pesebre se reducirá el número de picos de bajada de pH, con lo que mejoraremos la salud ruminal de los animales con respecto a los sistemas tradicionales.

El único motivo por el que un animal va a  ir voluntariamente a ordeñarse es por alimentarse

CONTROL EN LA ALIMENTACIÓN
En los sistemas AMS la alimentación es disociada, ya que parte del concentrado de la ración se va a sustituir por un pienso para el robot. El comportamiento alimentario de las vacas con robot difiere del de las vacas que están en sala de ordeño y el único motivo por el que un animal va a ir voluntariamente a ordeñarse es por alimentarse. Dicho de otra manera, el nutricionista responsable del establo va a racionar de modo que las vacas encuentren un unifeed en el pesebre que no va a satisfacer el 100 % de sus necesidades nutricionales, por lo que tendrán que ir a ordeñarse para completarlas. El número de ordeños dependerá de los mecanismos de saciedad de los animales.

Sabiendo esto, la calidad del grano del robot es determinante para un tráfico fluido y voluntario. Los pilares básicos para la formulación de dicho concentrado son los siguientes: el equilibrio preciso con la ración del pesebre, la buena palatabilidad de sus ingredientes, los aditivos que camuflen otros ingredientes importantes, la ausencia de finos y la resistencia de este grano a la rotura.

Como conclusión, el número de ordeños estará influido por la densidad de animales (porcentaje de tiempo libre), la calidad y la palatabilidad del concentrado, la media de producción y el diseño de las instalaciones.