GEA EN EL PINÓS NOU

Calidad de ordeño e independencia de mano de obra todos los días del año

El Pinós Nou es una granja familiar ubicada en Rupit i Pruit, al norte de la provincia de Barcelona y a 1.000 metros de altitud. Su localización, bastante despegada de los grandes núcleos de población, se convierte poco a poco en su principal hándicap para la contratación de trabajadores y sus propietarios, Jordi, Sebastiá y Gerard Juanola, deciden hace casi dos años dar el paso al ordeño robotizado para lograr independencia total de trabajadores externos y poder llevar todos los trabajos de la ganadería únicamente entre los tres.

Sus tres DairyRobot R9500 arrancaron el ordeño de sus 180 vacas en noviembre de 2021 y han conseguido ya incrementar su producción unos 7 litros por vaca y día y llegar a superar los 3 ordeños de media.

A la robotización del establo, añadieron la incorporación de los collares CowScout, para el control de la actividad, la detección de celos, la ingesta, la rumia y la inactividad de sus vacas, y también la amamantadora C400 con dos boxes, para la recría de sus terneras.

EL PINÓS NOU

Localización: Rupit i Pruit (Barcelona)
Número total de animales: 460
Vacas en ordeño: 180
Media de número de ordeños: 3,25-3,29
Media de producción: 42 litros/vaca/día
Porcentaje de grasa: 3,80 %
Porcentaje de proteína: 3,35 %
RCS: 180.000-250.000 cél./ml

¿Qué sistema de ordeño tenían antes de instalar el robot?
Ordeñábamos con una 2x8 de espina de pescado.

¿Por qué decidieron robotizar el ordeño? 
Primero, por los problemas que teníamos para encontrar trabajadores. Estamos a 1.000 metros de altitud, un poco separados de la civilización y la verdad es que era complicado. Llegamos a pagar por cuatro horas y media diarias, para el ordeño de la tarde y un fin de semana sí y otro no, unos 2.000 euros, si eran autónomos, o 1.600, si eran fijos, y ni así conseguíamos gente. Un desastre. 

Segundo, por la forma del ordeño, que siempre es la misma. 

Por último, porque tienes garantizado el ordeño sea sábado, domingo, Navidad o 1 de agosto. Esperábamos también un aumento en la producción y un mejor bienestar para las vacas. 

¿Por qué eligieron GEA y qué características de este modelo les gustaron más?
Aparte de ver un robot con un diseño sencillo, me encantó el hecho de poder separar la leche de los cuatro pezones y la velocidad de colocación, considerablemente diferente a robots de otras marcas.

Además, fue esencial también el servicio técnico, porque en esta zona es muy bueno y rápido. 

“Me encantó el hecho de poder separar la leche de los pezones y la velocidad de colocación”

¿Cómo recuerdan el proceso de cambio?
El hecho de querer poner los robots donde estaba la antigua sala de ordeño hizo que el proceso fuese duro. Colocamos los dos primeros robots, el de la nave de abajo y el de un lado de la sala de ordeño, y tuvimos que ordeñar a todas las vacas en un solo lado de la sala. Luego, en dos días tuvimos que instalar el tercero, apilar y ordeñar a todas las vacas en dos robots y, finalmente, arrancar con el ordeño en el tercer box.

¿Qué diferencias notan de la sala al robot?
En noviembre cumplimos un año con el ordeño robotizado. Hemos aumentado la producción unos 6 o 7 litros por vaca y creo que podremos llegar a 8 o incluso a 10 litros más, porque pasamos de estar a dos ordeños a lograr una media de 3,25-3,29.

También empezamos a notar mejor calidad de vida y el trabajo se hace muy diferente.

Las vacas están más relajadas y no tienen las ubres tan dilatadas. No hacen todas lo mismo al tiempo y eso ayuda a superar ese orden jerárquico que existe entre ellas.

Además del robot, monitorizaron a todas las vacas con los collares CowScout. ¿Qué ventajas les aportan?
La detección de celos y la rumia. Antes mirábamos celos de manera visual y con este sistema hemos mejorado mucho la tasa de preñez, porque nos facilitan las horas exactas en las que debemos inseminar a cada animal. 

Con el tema de la rumia, al principio, no le hice mucho caso y un vecino de cerca que robotizó la granja de manera similar a esta siempre me decía: “Jordi, mira la rumia, que si miras la rumia, tienes la granja controlada” y yo me centraba en otras cosas, como los datos de producción.

Llegó un día en el que una vaca, que estaba dando 62 litros diarios, había bajado mucho en los niveles de rumia y no le proporcioné ningún tipo de medicación. Al cabo de 48 horas estaba con mastitis, con pulmonía… Es cierto que vigilando la rumia tienes la granja controlada y atajas futuros problemas.

¿Cuentan también con la amamantadora C400 de GEA?
Sí. Gastamos mucha cantidad de leche, eso sí, pero las terneras crecen muchísimo más que antes y llegan a tomar 11 litros de leche cada día.

Además, comienzan a tomar leche en la amamantadora a los 5-6 días y prácticamente han desaparecido las diarreas. Supongo que ayuda la forma de mamar, poco a poco durante todo el día y no en dos tomas más grandes al día.

Otro tema importante es que ayuda mucho al destete, porque se autoconvencen de que la máquina no da más leche.

Con ella, solo nos preocupamos de los recién nacidos. Los machos los vendemos a los 12-15 días y de las terneras nos olvidamos a partir de los 5-6 días que van a la amamantadora. Repasamos cada día si han tomado y punto.

¿Qué valoración general hacen del cambio?
Hoy en día, o te pones al día o desapareces, como han hecho muchos vecinos. Entre el previsible aumento que puede ofrecer en la producción y la mejora de calidad de vida para los ganaderos, creo que la robotización es el futuro para las ganaderías familiares de tamaño medio. Es la mejor opción para poder llevar el negocio sin trabajadores.

HÉCTOR SALAS,

DELEGADO DE GEA EN CATALUÑA, ARAGÓN, NAVARRA, BALEARES Y CANARIAS

“En el robot de las primíparas nos encontramos con una media superior a los tres ordeños, lo que aumenta su pico de lactación entre 8 y 12 litros de media”

 

¿Cuál fue el reto más destacado del proyecto de El Pinós Nou?

El principal fue plantear la instalación de los robots al mismo tiempo que se trabajaba con la sala de ordeño. Comenzamos con el primero de ellos en una instalación relativamente independiente, con unas 60-70 vacas. Para el segundo robot, se anuló la sala de ordeño por un lado y se ordeñaron todos los animales solo en el otro lado y, para el tercer robot, se estuvo trabajando durante unos dos días con todos los animales de los tres patios en dos robots mientras que se terminó su puesta a punto, lo que implicó más esfuerzo por parte de los ganaderos.

Finalmente, se instalaron los tres DairyRobot R9500, ya con la última versión de software incorporada, con todas las actualizaciones en el módulo de ordeño y lo que todo ello implica para la optimización de los tiempos de ordeño y la gestión del rebaño.

 

¿Qué aspecto destacaría de esta granja?
Los animales en esta ganadería se dividen en tres zonas productivas, con su robot correspondiente: un lote de baja producción; otro de alta producción, con primeros partos y animales más complicados, donde trabajan con el separador de calostros y donde hay animales con necesidades especiales, y un tercer grupo, puramente de alta producción, con vacas multíparas que producen entre 35 y 65 litros por día. Debemos destacar que en el robot de las vacas de primer parto nos encontramos con una media superior a los tres ordeños por vaca y día. Las primíparas, al tener menos capacidad cisternal en la ubre, agradecen mucho el hecho de poder ir varias veces al robot y poder realizar varios ordeños. Este detalle puede llegar a incrementar en el caso de las prímiparas entre 8 y 12 litros más de leche el pico de lactación. Además, ya se acostumbran a ir más frecuentemente al robot y a tener más ordeños.