Aumenta la producción en 400 kg/ha durante los últimos ensayos en maíz en León con Polysulphate mezclado con el abonado de fondo

Durante los dos últimos años se ha dado a conocer y se ha extendido el uso en España del fertilizante natural Polysulphate de ICL, que incorpora los cuatro nutrientes básicos que necesitan los cultivos con un modo de acción que asegura su disponibilidad constante y prolongada en el cultivo. La clave de este fertilizante está en que la mayoría de sus nutrientes mejoran la salud de la planta y su resistencia al estrés. También destaca de Polysulphate que se presenta en su estado natural y no es necesaria la separación química ni otros procesos industriales; por tanto, se trata de un fertilizante sostenible, respetuoso con el medio ambiente y que ayuda a reducir la huella de carbono de la agricultura.

ICL está colaborando con agricultores, distribuidores y cooperativas para conocer mejor sobre el terreno el uso de Polysulphate en diversos cultivos; como muestra, el último ensayo en maíz, con resultados muy buenos al utilizarlo como parte del abonado de fondo. Así, en una finca de maíz en regadío de San Millán de los Caballeros (León), se realizó un abonado de fondo con un blending fabricado por la sociedad cooperativa Valduebro, que contenía Polysulphate como fuente de potasio, magnesio, azufre y calcio.

Para comprobar la eficiencia del abonado de fondo con este blending con Polysulphate, en una parcela de la finca se abonó con uno normal pero sin este fertilizante. De esta forma, la media por hectárea en las parcelas abonadas con el blending con Polysulphate dieron una media de producción superior a 17.300 kg por hectárea, mientras que en la otra parcela se superaron por poco los 16.900 kg, es decir, 400 kg menos por hectárea.