La biotech gallega AMSlab, a través de su línea de negocio AMSfood, ofrece un servicio de análisis para la identificación de la proteína A1/A2 en los productos lácteos. Así, responde a las necesidades de un mercado que cada vez más busca ofrecer a los consumidores leche del tipo A2, más digerible y que evita las molestias estomacales que, en muchas ocasiones, se asocian erróneamente a intolerancia a la lactosa.
Actualmente existen vacas con genotipos A2A1, A1A1 y, las más deseadas, las A2A2. La diferencia entre una y otra reside en su forma de actuar en nuestro sistema digestivo. Originariamente, las vacas producían leche de tipo A2, pero debido a una mutación genética el tipo A1 fue ganando terreno. En la actualidad, las leches comerciales existentes contienen únicamente la proteína β-caseína A1 o mezcla de β-caseína A1 y A2, siendo ambas perfectamente válidas para el consumo. Sin embargo, existen estudios en los que se manifiesta que la proteína β-caseína A1 puede dar lugar a problemas gástricos o autoinmunes en algunas personas. Es por este motivo que tanto consumidores como productores y distribuidores de leche buscan cada vez más este producto de tipo A2 y por lo que desde hace un tiempo se está comercializando leche que contiene únicamente β-caseína A2, evitando así este tipo de dolencias a los consumidores.
“El objetivo de este análisis consiste en certificar que las leches que se comercializan actualmente como A2 contengan únicamente esa proteína y que no esté presente la proteína β-caseína A1. Hemos puesto a punto una metodología analítica basada en Proteómica y análisis mediante HPLC-MS-MS que nos permite distinguir ambas proteínas”, asegura Manuel Lolo, CEO de AMSlab.