La filosofía Lely para el ordeño en grandes explotaciones (I): el tráfico libre

A través de una serie de entregas, que empezó con esta primera parte, publicada en Vaca Pinta 37, Lely analizará cuál es la mejor solución para el ordeño robotizado de las vacas en granjas de más de 500 animales en lactación. Se tratará el manejo, la ubicación de los robots en la granja, el trabajo diario, el ahorro de la mano de obra con respecto a otros sistemas de ordeño y la alimentación, todo ello desde la visión y la experiencia de esta marca, la casa con más granjas XL en la península ibérica, en Europa y en todo el mundo.

En Lely, cuando hablamos de una granja XL, nos referimos a una ganadería de ocho o más robots de ordeño. Hoy en día en España hay 6 granjas Lely XL, las cuales ordeñan más de 450 vacas y producen no menos 18.000 litros diarios de leche cada una. La compañía se ha convertido en la precursora del ordeño robotizado, siendo históricamente la marca que más robots instala en el mundo. 
Lo que persigue la multinacional holandesa es un sistema integral que mezcle las vacas, las personas y la tecnología, con la finalidad de mejorar la vida del rebaño y del ganadero. Para ello, ha asentado las bases a través de su filosofía principal, que es el tráfico libre, lo cual significa que la vaca decide de forma voluntaria cuándo acudir al box de ordeño. Que la vaca sea autónoma y pueda decidir por sí misma en cada momento del día tiene varias ventajas, principalmente más producción de leche y menos trabajo para el ganadero.
¿Por qué? Porque, gracias al tráfico libre, la vaca puede acudir muchas más veces a la cornadiza para comer, beber cuando lo desee y realizar largos descansos, lo que va a favorecer una mayor producción de leche a lo largo de su lactación. Gracias a esto, el animal no solo tendrá mayor producción, algo que busca cualquier ganadero, sino que este también mejorará su bienestar porque una vaca que está sana, descansada y bien alimentada, con una ración de comida equilibrada, acudirá al robot buscando un aporte extra de energía para quedar más aliviada al vaciar su ubre en el Astronaut. El ganadero, por tanto, no se verá obligado a llevar a la vaca al robot de ordeño y será el animal el que acuda por su propia voluntad.

TRABAJO E INVESTIGACIÓN AL SERVICIO DEL GANADERO
Si nos dicen hace más de 25 años que una vaca podría acudir de forma voluntaria a ordeñarse a una cabina de ordeño sin tener que pasar trabajo con ella y que, además, produciría más leche, a muchos les costaría creerlo. Sin embargo, en pleno 2023, no es que esto lo haga una sola vaca dentro de un rebaño, sino que lo hacen cientos o miles en algunas explotaciones.
En Lely siempre hablamos de llevar el ordeño a las vacas y no las vacas al ordeño, ya que son conceptos muy diferentes y con implicaciones muy diversas. ¿Cuál es la diferencia entre lo primero y lo segundo?
Cuando hablamos de llevar el ordeño a las vacas, es decir, del tráfico libre, diseñamos todo para que la vaca se sienta cómoda yendo al robot, favoreciendo el bienestar animal y una mayor salud del rebaño. Esto implica una granja que tenga amplitud en sus patios, una buena zona de cruce cerca de los robots, donde los animales puedan circular sin obstáculos, eliminando cualquier problema de jerarquía, y camas cómodas, asegurando que, como mínimo, haya tantas como animales presentes en la granja.
En contrapartida, cuando hablamos de llevar las vacas al ordeño, es decir, con un tráfico forzado o guiado, nos olvidamos del confort del animal y simplemente lo llevamos de un punto a otro para que se ordeñe, sin tener tanto en cuenta su bienestar, lo que influye negativamente en la producción, porque suelen ser animales más estresados. Las vacas no tienen tiempo, deben dedicar su tiempo a producir leche.


Cada vez es más común hablar del confort de las vacas (cow confort), y eso en Lely no es que lo sepamos, es que forma parte de nuestro ADN. Empezando por lo básico, el sitio donde se ordeñe la vaca ha de ser cómodo y rápido para ella, y en eso se basa el concepto I-flow, que consiste en que la vaca entra y sale en línea recta del box de ordeño sin obstáculos. Esto facilita el acceso de las vacas al robot y aumenta la capacidad de producción del Astronaut, proporcionando más litros de leche al día debido a que se pierde menos tiempo entre ordeños y se favorece que las vacas circulen de forma más ágil y rápida.
Tenemos que tener en cuenta que, si una vaca está estresada, bien por cómo es el sitio donde se ordeña o por cómo es el manejo del animal, esta puede producir menos leche, ya que, si no está cómoda, estará produciendo más adrenalina que oxitocina y, por lo tanto, habrá bimodalidad en el ordeño y quedará mal ordeñada. Por eso es muy importante que la vaca esté feliz en el establo y dentro del box de ordeño.

MEJORA DEL RENDIMIENTO Y DEL BIENESTAR CON LELY
Hablemos claro: una vaca que pasa tres o hasta cuatro horas de pie esperando para ordeñarse tres veces al día, bien sea en una sala o en cualquier otro sistema de ordeño diferente al tráfico libre, es un animal del que no estamos aprovechando todo su potencial y, por lo tanto, no está produciendo toda la leche que puede alcanzar. ¿Por qué? Principalmente por el tiempo de descanso y por la alimentación, que en este caso el animal no puede gestionar libremente según sus necesidades, como sí ocurre en sistemas de ordeño con tráfico libre. Este sistema por el que apuesta Lely no solo tiene como ventaja un aumento de la producción, sino que, además, mejora la salud. En definitiva, dejamos que las vacas sean vacas.
¿Esto es cuantificable? Desde luego. Cada vez más granjas pasan de tres ordeños en sala a un sistema robotizado con Lely en tráfico libre y el resultado siempre es el mismo: se produce más leche y las vacas tienen muchos menos problemas de salud a lo largo de toda su vida reproductiva. Cuantos más animales hay en ordeño, mayor es la mejora con el cambio, porque hay un mayor control del rebaño y una mejora muy importante en la eficiencia de la alimentación y del ordeño, ya que se producirán más litros de leche con una menor ingestión de materia seca.
Además, gracias al tráfico libre, las vacas viven en total libertad, aunque estén en lotes, de más o menos animales, y no tienen que hacer colas ni traslados innecesarios para ordeñarse.
Hay que subrayar que todo esto no solo es importante en las granjas XL, porque al final todos los ganaderos, con más o menos vacas en ordeño, persiguen las mismas metas: una disminución del trabajo relacionado con el ordeño, más salud en sus animales y un aumento de la producción diaria, lo que se traducirá en un mayor retorno económico, que le permitirá paliar la inversión en menos tiempo. 


Si quieres saber más sobre el modelo de Lely para robotizar grandes explotaciones de leche, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en la siguiente dirección de correo electrónico elmodelolelyparalasgrandesexplotaciones@cor.lelycenter.com y recuerda que una vaca feliz es una vaca más productiva.